Las creaciones tecnológicas han logrado suplir las necesidades de las personas, un claro ejemplo son los electrodomésticos. Gran parte de estos aparatos funcionan para un espacio determinado del hogar, ya sea una cocina o una habitación. Sin embargo, se debe tener en cuenta sus características de uso.
Es importante precisar que con el paso del tiempo es muy normal que los electrodomésticos se desgasten. No obstante, existe una serie de hábitos que pueden acelerar ese problema, motivo por el cual hay quienes se preguntan cuáles son dichas prácticas.
Sobrecargar el congelador
Si se sobrecarga el congelador constantemente, lo más probable es que se bloqueen las salidas de aire, es decir, que se restringe el flujo de aire frío, exigiendo mucho más al condensador del refrigerador. En el peor de los casos, el congelador se podría llegar a quemar.
Utilizar jabón para limpiar los fogones
Este hábito puede hacer que se corroen los quemadores. Asimismo, puede obstruir el agujero por donde sale la llama, haciendo que los fogones se enciendan lentamente o en situaciones más extremas que no se lleguen a encender. Lo mejor será leer el manual y seguir las respectivas instrucciones de limpieza.
Dejar restantes de comida en el horno
Es muy normal que a la hora de cocinar se dejen salpicaduras de comida, razón por la cual se debe limpiar de forma inmediata, especialmente si se trata del horno, ya que puede afectar los serpentines de calentamiento.
Dejar monedas en la ropa
Antes de colocar a lavar la ropa en lavadora, se tiene que revisar cuidadosamente todos los bolsillos, debido a que las monedas sueltas pueden generar daños en el tambor del electrodoméstico o introducirse en agujeros que pueden provocar atascos.
Utilizar agua caliente en el triturador de basura
Es muy común que las personas utilicen el agua caliente para limpiar diferentes cosas en el hogar. Sin embargo, no es tan buena opción, especialmente si se quiere limpiar los desechos del fregadero de la cocina, ya que esto puede derretir la mugre y la grasa, obstruyendo de esa forma el desagüe.
Electrodomésticos que más aumentan el precio del recibo de la luz
Nevera o refrigerador
Este electrodoméstico requiere estar siempre conectado y por ello es uno de los equipos que más consume energía en un hogar. No obstante, los usuarios pueden regular su potencia para disminuir el gasto de electricidad que se genera.
Agregado a ello, es clave tener buenos hábitos con el equipo como verificar que las puertas siempre estén bien cerradas, pues esto evita que se genere un esfuerzo en la máquina y, por consiguiente, un incremento en el gasto energético.
Lavadora
De acuerdo con expertos, este electrodoméstico representa el 12 % del consumo total en la factura de energía de un hogar, por ello es vital ejecutar los procesos de lavado de manera adecuada y así mitigar el gasto de energía.
Administrar mejor las cargas de ropa a lavar, procurar utilizar agua fría y elegir la modalidad de secado rápido son algunas opciones que podrían contribuir a reducir el consumo de energía.
Computador
Los computadores de escritorio modernos siguen consumiendo energía pese a que están apagados, esto se debe a que estos equipos entran en un modo de suspensión que está diseñado para arrancar de manera más ágil sus sistemas cuando el usuario requiera emplear el dispositivo.
Horno microondas
Este es uno de los electrodomésticos que más energía devora cuando está en funcionamiento y por ello varios expertos utilizarlo de forma inteligente para no desperdiciar energía. Por ello se sugiere no calentar agua con el microondas y procurar desconectar el equipo minutos luego de haberlo empleado.
Televisor
Gracias a que los televisores se han convertido en un dispositivo muy popular en los hogares, estos equipos también se han posicionado como uno de los electrodomésticos que más energía consumen. En especial si se tiene en cuenta que muchas familias cuentan con 3 o 4 SmartTV en su casa.
Además de mantener apagados los equipos cuando no están usándose, las personas pueden acudir a otras funciones que ayudan a reducir el gasto energético. Ejemplo de ello es el ‘modo ahorro’ que varios televisores inteligentes poseen o la opción que permite apagar la pantalla y dejar que solo se reproduzca el audio.