El planeta Tierra, en los últimos días ha estado que arde. Las temperaturas globales durante los primeros 11 días de junio alcanzaron el nivel más alto registrado en esta época del año por amplio margen.
Las temperatura a nivel global preocupa al mundo entero. Hemos visto cómo las olas de calor se han incrementado en algunos países y ciudades, generando graves consecuencias.
Según el portal web de ‘National Geographic’, un estudio de la Universidad de Bristol, descubrió que algunas de las mayores olas de calor no habían sido registradas hasta el momento. La investigación también prevé que a medida que se agrave el cambio climático, estos fenómenos serán más intensos en el futuro.
Sin embargo, algo que pocos conocen, son los efectos que estas olas de calor causan en el estado de ánimo de las personas, pues, se presentan agresiones sexuales, violencia, deshidratación y quemaduras; una situación que no solo viven los seres humanos, sino, también los animales.
¿Somos violentos por naturaleza o influye el ambiente?
Son varias las hipótesis que giran alrededor de los efectos negativos que el cambio climático tiene sobre nuestro estado de ánimo, muchas veces este nos genera incomodidad, frustración, mal genio e impulsividad, razones por las cuales, se detecta un incremento de violencia a nivel mundial.
Durante años, los científicos se han encargado de estudiar las causas que llevan a una persona ser altamente violenta, pero poco se habla de la influencia del cambio climático sobre esta. Los casos de violencia, se han detectado en animales y en seres humanos, que parecen estar irritados por el calor.
Según el portal web ‘Hipertextual’, existen muchísimos estudios que apuntan al aumento de la violencia originado por el calor. De hecho, ya a finales del siglo XIX, cuando se realizaron las primeras estadísticas fiables sobre delincuencia, se comprobó que los delitos contra las personas eran más habituales en verano.
Cabe aclarar que todo esto, son solo teorías sobre las causas que provocan la violencia en los seres vivos; otra hipótesis al respecto, es que, cuando estamos expuestos a fuertes olas de calor, debemos interactuar más con el exterior, haciendo actividades al aire libre que nos permiten dispersarnos, motivo por la cual, se presentan peleas o diferencias entre las personas.
El aumento de violencia es algo que se percibe a nivel social, es decir, es mucho más común en humanos, por cultura, raza y costumbres; aun así, estudios han revelado que se han detectado comportamientos similares en los animales, especialmente, roedores como las ratas.
Es importante reconocer, que la violencia es generada por distintos factores neurológicos, uno de ellos, por la disminución de la actividad de las neuronas serotoninérgicas, es decir, que a menor cantidad de serotonina, mayor es la actitud negativa.
Pese a las condiciones climáticas que se han vivido en los últimos meses, la mayoría de síntomas agresivos apuntan al excesivo calor. Estas olas de calor, provocan que las personas sufran vasodilatación, pérdida de líquidos, sudoración abundante y electrolitos a través de la piel, lo cual, genera cansancio, mal humor e irritación.
Dicho lo anterior, para muchos es preocupante el aumento de casos de agresión por culpa de las altas temperaturas, tenga en cuenta que, las olas de calor cada vez serán más fuertes; para esto, se deben buscar alternativas que ayuden a controlar las emociones de las personas. Parte de la solución, es que los ciudadanos, equilibren su alimentación, con menos calorías y poca ingesta de alcohol, el descanso es vital para regular el mal humor, asimismo, se recomienda no exponerse directamente al sol, usar ropa ligera y beber mucho líquido para evitar la deshidratación.