El mundo comienza a adaptarse a un concepto complejo y retador. Se trata de la cuarta revolución industrial, un cambio disruptivo en todas las industrias donde la tecnología dejó de ser un valor marginal para convertirse en el corazón del negocio.De acuerdo con estimaciones de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), la digitalización ha contribuido con el 6,12 % del crecimiento del PIB en Colombia, entre el 2005 y el 2013. Esa dinámica establece nuevos desafíos para la economía del país y, por supuesto, para la definición de política pública y regulatoria en materia de telecomunicaciones.Le puede interesar: ¿Por qué Tencent es la compañía tecnológica más grande y rica de China?Precisamente el gobierno Santos se ha movido en la dirección correcta para afrontar el reto de la economía digital. El ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Min TIC), David Luna, encabezó el Foro ‘Economía Digital’, en el que expertos nacionales y extranjeros discutieron sobre los retos y las oportunidades de este sector, que podría aportar hasta el 5 % al PIB del país para el 2018.El jefe de la Cartera TIC destacó que Colombia está avanzando en el camino correcto hacia esta nueva economía. Sin embargo, dijo que es un error seguir pensando que los productos físicos nada tienen que ver con la digitalización, pues todos los sectores pueden tener mejores condiciones si adoptan la tecnología.En el mismo sentido, Hugo Santana, de Microsoft, explica que la transformación digital debe dejar de ser vista como un proceso del futuro y empezar a ser entendida por todos los sectores de la economía nacional como un suceso que está ocurriendo en el presente.Le recomendamos: Cuatro datos que debe saber para mejorar la página de su negocioArun Sundararajan, gurú en Economía Colaborativa, explica que el capitalismo de multitudes no se reduce a unas pocas aplicaciones, sino que es un cambio en el modelo económico y su impacto en el crecimiento de los países será positivo.“La economía colaborativa es algo que la sociedad y los formuladores de política tienen que aceptar porque el efecto neto es positivo y se basa en la eficiencia en el uso de los productos, lo que se traduce en productividad y en un aumento de la variedad, pues así la gente consume más”, indicó el profesor de la Escuela de Negocios adscrita a la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) Leonard N. Stern.En cuanto a la regulación, el experto indicó que debe cambiar para adaptarse a la nueva realidad económica. “Estas plataformas van a inventar una forma de regularse ellas mismas, así que los gobiernos tienen que ser proactivos y pragmáticos, y adelantarse a ese proceso”.Por su parte, Michael Beckerman, presidente y CEO de la Asociación de Internet, señaló que la ventaja es que su sector toca cada aspecto de la economía por fuera de internet, desde transporte hasta agricultura. “El reto que tenemos al llegar a nuevos mercados es que hay regulaciones de los años 1960 y 1970, de antes de que naciera internet, que deben ser cambiadas, así mismo, hay otros actores que no les gusta la llegada de competencia”.