El Telescopio Espacial James Webb JWST, por sus siglas en inglés, registró recientemente una impresionante imagen de una estrella recién nacida que, según los expertos, podría no tener más 50.000 años, por lo cual es muy joven, según los estándares astronómicos.
Para los científicos, lo anterior sería retroceder 4.600 millones de años en el tiempo y lograr una imagen del sol, justo cuando está naciendo.
La protoestrella fue nombrada como HH212 y está ubicada en Orión, a 1.300 años luz de distancia con la Tierra.
Vale destacar que lo captado por el Telescopio Espacial James Webb es parecido al Sol cuando tenía una edad similar a HH212.
Por el momento, dicho telescopio no logró captar el brillo de la protoestrella, dado que esta se encuentra resguardada dentro de un denso disco giratorio de gas y polvo.
No obstante, en la imagen captada por James Webb se pueden apreciar ‘chorros’ en tonos rosados y rojizos. Los expertos consideran que podría tratarse de emisiones de gas que, en últimas, es lo que regula el nacimiento de la estrella.
Este martes, 7 de noviembre, el telescopio espacial europeo Euclid también reveló las primeras imágenes que muestran una nebulosa con forma de cabeza de caballo, galaxias distantes nunca antes vistas y “pruebas circunstanciales” de la esquiva materia oscura.
Euclid fue lanzado al espacio en julio con la misión de desvelar grandes enigmas científicos como la materia oscura y la energía oscura.
Luego de alcanzar uno de los puntos de Lagrange, donde un objeto permanece en órbita estable, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, Euclid comenzó a transmitir sus primeras imágenes, tomadas con cámaras que operan en luz visible y en infrarrojo cercano.
El telescopio va a cartografiar un tercio del cielo, que incluye 2.000 millones de galaxias, con el objetivo de elaborar el mapa tridimensional del universo más preciso de la historia.
Estas imágenes muestran una “gama de objetos del zoológico galáctico en términos de diversidad, colores y formas”, afirmó Jean-Charles Cuillandre, astrónomo del consorcio Euclid.
El director de la Agencia Espacial Europea (ESA), Josef Aschbacher, declaró en un comunicado que las cinco primeras imágenes de Euclid son “sobrecogedoras” y son un recordatorio de por qué es esencial ir “al espacio para aprender más sobre los misterios del universo”.
El científico Rene Laureijs, que es parte de este proyecto, contó que la imagen que más entusiasmó a su equipo fue el Cúmulo de Perseo, un grupo de galaxias muy lejanas.
Detrás de estos objetos se esconden otras 100.000 galaxias y algunas de ellas están a una distancia de 10.000 millones de años luz y nunca antes habían sido captadas, según la ESA.
Cuillandre explicó a AFP que Euclid se diferencia de otros telescopios espaciales porque abarca un campo de visión muy amplio, algo “nunca visto en la historia de la astronomía”.
Esto permite captar imágenes tan amplias con mucha rapidez, por ejemplo, estas cinco nuevas imágenes solo requirieron unas ocho horas de funcionamiento del telescopio.
La ESA calificó a Euclid un “detective del universo oscuro” que tiene la misión de indagar por qué el 95 % del universo parece estar formado por materia y energía oscuras, de las que sabemos poco.
“La materia oscura aglutina las galaxias y hace que giren más rápidamente de lo que la materia visible por sí sola puede explicar, la energía oscura está impulsando la expansión acelerada del universo”, afirmó Carole Mundell, directora científica de la ESA.
Laureijs indicó que las primeras imágenes de Euclid ya apuntan hacia “pruebas circunstanciales” de la existencia de materia oscura.
Un ejemplo, según el científico, es que el telescopio no captó estrellas en torno al cúmulo globular NGC 6397, compuesto por miles de objetos.
“Una de las teorías es que podría haber materia oscura alrededor” que es lo mantiene a todas las estrellas juntas, planteó.
*Con información de AFP