Según el periódico "The Wall Street Journal" (WSJ), las negociaciones no llegaron a un consenso porque el presidente Donald Trump se opone a que un grupo estadounidense compre la plataforma de origen chino. Washington sospecha que la popular aplicación de videos de entretenimiento, propiedad del grupo chino ByteDance, comparte sus datos con Pekín, algo que la compañía siempre ha negado.
Tras semanas de rumores y presiones, la Casa Blanca había indicado el viernes que Trump se disponía a firmar una orden oficial para obligar a ByteDance a separarse de TikTok, en nombre de la protección de la seguridad nacional. Y varios medios de prensa aseguraban que Microsoft estaba en negociaciones avanzadas para comprar la aplicación, que cuenta con casi 1.000 millones de usuarios en el mundo. Pero el viernes por la noche, a bordo del avión presidencial, el mandatario anunció que iba a "vetar TikTok en Estados Unidos" y precisó a los medios de comunicación que se oponía a que un grupo de su país comprara las actividades estadounidenses de la aplicación.
"Tengo ese poder (de prohibir TikTok)", aseguró. "Puedo hacerlo con un decreto". La red social intentó tranquilizar a sus usuarios estadounidenses este sábado. "Estamos aquí para quedarnos", aseguró Vanessa Pappas, responsable de la rama estadounidense de la aplicación. "Hemos escuchado su creciente apoyo y queremos agradecerles. No tenemos planes de irnos", insistió en un video publicado en TikTok. Americanización La plataforma, en la que se publican sobre todo videos musicales cortos, se ha hecho aún más popular durante los meses de pandemia.
Según el WSJ, las negociaciones entre Microsoft y TikTok podrían haberse saldado con un acuerdo el próximo lunes, pero las dos compañías quieren saber primero si la Casa Blanca tiene previsto impedir una transacción. "Aunque no comentamos sobre las especulaciones, confiamos en el éxito a largo plazo de TikTok" en Estados Unidos, indicó el grupo tras la publicación de noticias sobre las negociaciones con Microsoft. En los últimos meses, la red social ha intentado demostrar que su identidad y sus prácticas estaban muy arraigadas en Estados Unidos. El 1 de junio, Kevin Mayer, exdirector de las plataformas de streaming de Disney (Disney+, Hulu y ESPN+), asumió la jefatura de TikTok.
Mayer es el encargado de supervisar las ventas, el marketing, las relaciones públicas, la seguridad, la moderación de los contenidos y los asuntos judiciales de la empresa, bajo control directo de Zhang Yiming, fundador y director ejecutivo de ByteDance. A principios de julio, la aplicación interrumpió su actividad en Hong Kong debido a la reciente ley de seguridad nacional impuesta por Pekín, que le da más poder a la policía china para actuar en la excolonia británica y vigilar a la población. Una decisión tomada después de que las grandes redes sociales californianas —Facebook, YouTube (Google) y Twitter— anunciaran que iban a dejar de responder a las solicitudes de información sobre sus usuarios emitidas por las autoridades de Hong Kong. Pero los esfuerzos de TikTok no han convencido al gobierno estadounidense.
"Debemos estar atentos al riesgo de que se transfieran datos privados y confidenciales a gobiernos abusivos, incluido el nuestro", alertó sobre el asunto (el sábado) Jennifer Granick, de la poderosa organización de derechos civiles Aclu. Sin embargo, destacó que "prohibir una plataforma, incluso si fuera legalmente posible, perjudica la libertad de expresión en línea y no hace nada para abordar el problema más amplio de la vigilancia gubernamental injustificada".