Facebook los bloquea, Twitter los hace menos visibles, Microsoft los elimina de su tienda de aplicaciones: los gigantes tecnológicos dieron este lunes un nuevo paso para limitar la influencia de los medios cercanos al poder ruso, acusados de desinformar.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el jueves, habían tomado medidas mesuradas para limitar la difusión de información de los medios afiliados al gobierno ruso.
Facebook se había negado notablemente a ceder ante las autoridades rusas que le pedían no someter más los contenidos de estos medios al “fact-checking” (verificación), lo que valió la limitación de su acceso en Rusia.
El lunes, la matriz Meta decidió bloquear en países de la Unión Europea los contenidos publicados por el canal RT (antes Russia Today) y el sitio Sputnik, ambos considerados una extensión mediática del poder ruso.
“Hemos recibido solicitudes de varios gobiernos y de la Unión Europea para tomar medidas adicionales respecto a los medios controlados por el Estado ruso”, escribió Nick Clegg, vicepresidente de Meta, en Twitter, justificando la suspensión por “la naturaleza excepcional de la situación”.
El anuncio siguió al de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de prohibir ambos medios, culpables, según ella, de vender “mentiras para justificar la guerra de (Vladimir) Putin”.
La red social de videos TikTok también ocultó las cuentas de RT y Sputnik en países de la UE, dijo a la AFP una portavoz.
En Estados Unidos, las cuentas aún estaban accesibles al final del lunes, constató un periodista de la AFP.
Por su parte, Microsoft ha indicado que eliminará RT de su tienda de aplicaciones y cambiará el algoritmo de su buscador Bing para volver a mover el contenido de RT y Sputnik en el orden de resultados.
La compañía basada en Redmond (estado de Washington) también impidió la compra de espacios publicitarios en las plataformas de los dos medios rusos.
Preguntadas por AFP sobre su propia tienda de aplicaciones, Apple y Google no respondieron de inmediato.
“Libertad de expresión”
“Estas suspensiones sin precedentes son un claro ataque a la libertad de expresión”, reaccionó Sputnik en su sitio, “pero siempre puedes seguir a Sputnik en (el servicio de mensajería) Telegram para no perderte información importante”.
Twitter optó por colocar una etiqueta específica a informaciones de varios medios y periodistas afiliados al gobierno ruso, que no mencionó, y reducir su visibilidad.
A cada tuit que contenga un enlace a un medio cercano al gobierno ruso se le agregará la mención “este tuit enlaza con el sitio de un medio afiliado al gobierno ruso”.
“Muchos buscan información creíble debido al conflicto en Ucrania”, tuiteó Yoel Roth, jefe de integridad de la plataforma en Twitter. “Estamos agregando una etiqueta a los tuits relacionados con los medios estatales y reduciendo la visibilidad de este contenido”.
Si las cuentas oficiales de estos medios, así como las de los medios cercanos al poder en otros países, ya estaban sujetas al sistema de la etiqueta, “los tuits que compartían su contenido carecían de contextualización visible”, explicó Roth.
Según el directivo, más de 45.000 tuits diarios han incluido un enlace a un medio ruso afiliado al poder desde el inicio de la invasión de Ucrania.
Durante varios años, las redes sociales han sido acusadas regularmente de dejarse explotar por movimientos, partidos o gobiernos, que utilizan sus plataformas para manipular la opinión pública.
Después de tomar medidas para abordar el problema, siendo la más emblemática la suspensión de la cuenta del expresidente estadounidense Donald Trump el año pasado, también han sido criticadas por limitar arbitrariamente la libertad de expresión.
También el lunes, Netflix le confirmó al sitio especializado Vulture que no tenía intención de cumplir con la ley rusa que exige que las plataformas de transmisión ofrezcan varios canales rusos gratuitos, algunos de los cuales son considerados vectores de propaganda del gobierno.
El servicio de vídeo online por suscripción iba, en teoría, a emitir estos canales desde principios de marzo.
Con información de AFP