Un grupo de médicos pide que se investigue a Elon Musk por presuntamente estar relacionado con la muerte de monos durante ensayos tecnológicos.
Actualmente, hablar de Musk es hacer referencia a una de las personas referentes en el sector tecnológico a nivel mundial, pero también a uno de los personajes más polémicos.
Musk es una de las personas más ricas del planeta, Chief Executive Officer de SpaceX y propietario de X. En materia tecnológica, ha sabido innovar; tanto así que ha tenido puntos claves en la expedición especial. Sin embargo, se han discutido los medios empleados para sus proyectos y los cambios que le ha hecho a X, red social que antes se llamada Twitter.
La última polémica alrededor del billonarios radica en los implantes cerebrales Neuralink desarrollados por su compañía en pro de proteger a los humanos. Si bien el propósito es interesante, la raíz del problema corresponde a al denuncia hecha por el Comité de Médicos para la Medicina Responsables.
El grupo de médicos le solicitó a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) por un presunto fraude en los valores presentados por Musk sobre las muertes de monos en medio de la experimentación de los implantes cerebrales. En un trino en X, el empresario dijo que ningún animal murió en el procedimiento y para minimizar el riesgo, eligieron solamente ejemplares terminales.
Empero, los especialistas en medicina consideran que esa información fue errónea, asegurando que los registros públicos muestran que 12 monos murieron como resultado de la implantación de los chips Neuralink. Si bien encontraron que se emplearon tres animales en estado terminal, hubo presencia de otros previamente sanos que fueron sacrificados por la empresa.
Sobre ese punto, los médicos consideran que el implante implica riesgos de alta gravedad para los pacientes, señalando a Musk por presuntamente engañar a los inversores sobre la seguridad y comerciabilidad que radica en chip.
“Registros públicos de la Universidad de California en Davis, donde Neuralink realizó experimentos con monos entre 2017 y 2020, revelan que la implantación del dispositivo de la empresa provocó efectos debilitantes para la salud de los monos, lo que resultó en la eutanasia. Los animales experimentaron infecciones crónicas, parálisis, hinchazón del cerebro, pérdida de coordinación y equilibrio y depresión”, explicó el comité de médicos sobre la contradicción de lo expuesto por Musk contra los documentos hallados.
Adicionalmente, los expertos puntualizaron que gracias a los registros sanitarios, encontraron que los monos aparentemente muertos tenían una edad promedio de 7.25 años, lo cual hace que no hicieran parte del grupo de especies al borde de la muerte, sino que contaban con un estado de salud positivo.
La denuncia hace énfasis principalmente en cuatro monos. Entre ellos estuvo ‘Animal 11′, una hembra de la raza macaco rhesus y a quien se le habrían perforado dos agujeros en su cráneo para implantarle los electrodos con la colocación de dos placas de titanio. En consecuencia, su piel quedó erosionada, lo cual aconteció en una infección por estafilococos que duró tres meses.
“A todos menos a Elon Musk les parece obvio que el dispositivo de Neuralink no es seguro y es peligroso. Ahora está engañando deliberadamente a los inversores y al público al mentir abiertamente sobre los experimentos con monos de la empresa”, señaló Ryan Merkley, director de Defensa de la Investigación del Comité de Médicos.
El grupo ha instado a Neuralink a detener sus experimentos con animales, que continúa realizando en instalaciones de California y Texas, y a centrarse en mejorar las interfaces no invasivas cerebro-computadora.