Astrónomos han cartografiado las cuencas de atracción gravitatoria en el universo local, ofreciendo nuevos conocimientos sobre las estructuras cósmicas que dan forma al movimiento de las galaxias.

Utilizando datos avanzados de la compilación Cosmicflows-4 de distancias y velocidades de aproximadamente 56.000 galaxias, un equipo internacional de investigación aplicó algoritmos de vanguardia para identificar regiones donde se producen dominios gravitacionales, como la Gran Muralla Sloan y el supercúmulo Shapley.

Esta investigación sugiere que nuestra Vía Láctea probablemente resida dentro de la cuenca Shapley más grande, cambiando nuestra comprensión de los flujos cósmicos y el papel de las estructuras masivas en la configuración de la evolución del universo.

Los autores afirman que este hallazgo es un paso significativo hacia adelante en la comprensión de la vasta estructura del universo, identificando regiones gravitacionales clave conocidas como cuencas de atracción.

Un método impulsado por inteligencia artificial busca precisar los 'ajustes' del universo. | Foto: Getty Images

La investigación, publicada en Nature Astronomy, estuvo dirigida por científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y el Instituto Leibniz de Astrofísica (AIP Postdam), que informó de los hallazgos.

El estudio se basa en el modelo estándar de cosmología Lambda Cold Dark Matter (LambdaCDM), ampliamente aceptado, que sugiere que la estructura a gran escala del universo surgió de fluctuaciones cuánticas durante las primeras etapas de la inflación cósmica.

Estas pequeñas fluctuaciones en la densidad evolucionaron con el tiempo, formando las galaxias y los cúmulos que observamos hoy. A medida que estas perturbaciones de densidad crecieron, atrajeron la materia circundante, creando regiones donde se formaron mínimos potenciales gravitacionales o “cuencas de atracción”.

¿Qué determinó el estudio científico?

Utilizando los últimos datos de la compilación Cosmicflows-4 (CF4), el equipo empleó un algoritmo hamiltoniano de Monte Carlo para reconstruir la estructura a gran escala del universo hasta una distancia correspondiente a aproximadamente mil millones de años luz. Este método permitió a los investigadores proporcionar una evaluación probabilística de los dominios gravitacionales del universo, identificando las cuencas de atracción más significativas que gobiernan el movimiento de las galaxias.

Este emocionante descubrimiento plantea interrogantes intrigantes sobre la composición y la estructura de la atmósfera en exoplanetas, y podría tener implicaciones significativas para nuestra comprensión de la habitabilidad de otros mundos en el universo. | Foto: Captura de pantalla tomada de x @esascience

Catálogos anteriores habían sugerido que la Vía Láctea era parte de una región llamada el supercúmulo de Laniakea. Sin embargo, los nuevos datos de CF4 ofrecen una perspectiva ligeramente diferente, indicando que Laniakea podría ser parte de la cuenca de atracción Shapley, mucho más grande, que abarca un volumen aún mayor del universo local.

Entre las regiones recientemente identificadas, la Gran Muralla Sloan se destaca como la cuenca de atracción más grande, con un volumen de aproximadamente 500 millones de años luz cúbicos, más del doble del tamaño de la cuenca Shapley, que anteriormente se consideraba la más grande. Estos hallazgos ofrecen una visión sin precedentes del paisaje gravitacional del universo local, ofreciendo nuevos conocimientos sobre cómo las galaxias y las estructuras cósmicas evolucionan e interactúan con el tiempo.

Al mapear las cuencas de atracción (regiones donde la gravedad atrae a las galaxias y la materia), el estudio revela cómo las estructuras cósmicas masivas influyen en el movimiento y la formación de las galaxias a lo largo del tiempo.

Comprender estas dinámicas no solo nos ayuda a comprender mejor el pasado del universo y su evolución en curso, sino que también proporciona información valiosa sobre cuestiones cosmológicas fundamentales, como la distribución de la materia oscura y las fuerzas que impulsan la expansión cósmica. Este conocimiento tiene el potencial de refinar nuestros modelos del universo y guiar la investigación astronómica futura, según los autores.

*Con información de Europa Press.