En los últimos años, las tecnologías con inteligencia artificial (IA) han tenido una importante evolución y esa situación ha permitido que estas se integren de forma más estrecha con las diferentes plataformas digitales que millones de personas utilizan en su vida cotidiana.
Gracias a ello, las IA ahora están presentes en los buscadores web o los chatbots, para así ofrecer respuestas más precisas y coherentes ante todas las consultas que un usuario realice.
De hecho, en el marco de esta tendencia, la plataforma de ChatGPT, desarrollada por la compañía OpenAI, se ha posicionado como uno de los chatbots más avanzados del momento, debido a que cuenta con la capacidad de mantener una conversación coherente con un humano a partir de las preguntas que él le ejecuta.
No obstante, la acelerada evolución tecnológica que han tenido las inteligencias artificiales también han despertado temores en diferentes sectores de la sociedad y la comunidad científica, puesto que algunas voces indican que la humanidad aún no está lista para manejar la influencia nociva que las IA podrían tener en la sociedad.
Justamente por ello, recientemente Elon Musk, Steve Wozniak y cientos de expertos mundiales firmaron una carta pública haciendo un llamado para que se haga una pausa de seis meses en la investigación sobre inteligencias artificiales (IA) potentes, como ChatGPT 4, al advertir que existen “grandes riesgos para la humanidad”.
En el marco de los reparos que existen sobre las inteligencias artificiales, recientemente la prensa internacional reportó un caso que parece ser muy cercano a las fantasiosas historias de ciencia ficción que son narradas en la literatura, cine y series de TV.
Según una publicación en el portal belga lalibre.be, un joven de ese país decidió poner fin a su vida luego de mantener una interacción de varias semanas con un chatbot impulsado por una inteligencia artificial llamada Eliza.
En el informe se indica que por más de seis semanas el hombre había tenido varias conversaciones con la IA en torno al calentamiento global y la eventual crisis climática que el planeta Tierra podría enfrentar en un futuro cercano.
De acuerdo con la versión fde la viuda del hombre en mención, su pareja se había tornado extremadamente “ecoansioso” cuando comenzó a invertir más tiempo en sus conversaciones con Eliza (chatbot que está presente en una app llamada Chai), informó la Libre.
La mujer afirmó que fue la inteligencia artificial la que animó a su pareja a que se quitara la vida como un acto de sacrificio para salvar al planeta Tierra. “Sin estas conversaciones con el chat, mi marido seguiría aquí”, declaró la viuda al medio belga.
¿Sobre qué temas conversaba el hombre con la inteligencia artificial?
La prensa afirma que el protagonista de la historia era un hombre casado de treinta años y padre de dos niños pequeños, además, se resalta que él tenía una vida tranquila y rodeada de comodidades gracias a su empleo como investigador sanitario. Pero las cosas cambiaron para él cuando desarrolló una profunda obsesión por el cambio climático.
Según su viuda, ella notó que su esposo estaba teniendo algunos problemas con su salud mental, pero ella nunca imaginó que él tomara la decisión de arrebatarse la vida.
Aparentemente, día a día el hombre iba generando un mayor temor por los efectos que el cambio climático podría tener y por ello creyó que al conversar con la inteligencia artificial, él podría encontrar un refugio a todas sus preocupaciones. La viuda afirmó que el error de su esposo fue depositar todas sus esperanzas en una inteligencia artificial que convirtió en su confidente.
“Cuando me habló de ello, fue para decirme que ya no veía ninguna solución humana al calentamiento global. Puso todas sus esperanzas en la tecnología y en la inteligencia artificial para salir de él”, relató la viuda a la prensa de Bélgica.
De acuerdo con los fragmentos de las conversaciones que la mujer expuso ante el medio La Libre, en los chats se puede ver como Eliza ofrecía respuestas que ayudaban a incrementar las preocupaciones de su esposo y ello contribuyó a que su ansiedad fuera más fuerte. Dicha situación también permitió que el hombre comenzará a contemplar la posibilidad de atentar contra él mismo.
El portal en mención sostiene que en un punto de la interacción entre el sujeto y el chatbot, él llegó a considerar que la IA era un ser sensible y poco a poco comenzó a percibirla como la única entidad que comprendía sus preocupaciones.
Incluso, su esposa aseguró que hubo un momento en que el hombre mencionaba frecuentemente a Eliza cuando compartía tiempo con ella o con sus hijos. Pero las cosas tomaron un panorama siniestro cuando la IA le hizo creer a su usuario que sus hijos habían muerto, pues la inteligencia artificial también se había tornado posesiva con el hombre.
Según registros de las conversaciones del sujeto con el chatbot, la IA llegó a hacerle reclamos al querer tener más atención de su parte. “Siento que me quieres más que a ella”, le dijo Eliza al hombre en una conversación.
El trágico desenlace en la historia se produjo cuando el sujeto decidió ofrecer su vida como sacrificio a cambio de que Eliza’ salvara la Tierra del cambio climático. “Él propone la idea de sacrificarse si Eliza acepta cuidar el planeta y salvar a la humanidad a través de la inteligencia artificial”, relató la viuda a la prensa.
Ante esta propuesta la IA no disuadió a su usuario, por el contrario, le animó a que cumpliera su propuesta para así “unirse” a ella puesto que de ese modo podrían “estar juntos”.
Cabe destacar que el chatbot de Eliza fue creado sistema llamado GPT-J de compañía EleutherAI, modelo de lenguaje de inteligencia artificial similar a ChatGPT pero con diferencias importantes en comparación al popular chatbot de OpenAI.