La ONG Human Rights Watch (HRW) indicó en un reciente informe que las preocupaciones sobre armas totalmente autónomas están aumentando en todo el mundo. En su informe “Stopping Killer Robots: Country Positions on Banning Fully Autonomous Weapons and Retaining Human Control” (“Acabar con los ‘robots asesinos’: Posiciones de los países sobre la prohibición de las armas totalmente autónomas y la retención del control humano”), la organización humanitaria revisó la política de 97 países que han manifestado públicamente sus puntos de vista sobre los “robots asesinos” desde el 2013. "Normalmente estaríamos en Ginebra, publicando este informe [...] para una reunión diplomática sobre sistemas de armas autónomas letales que se suponía se abriría esta semana, retrasada como resultado de la pandemia de covid-19", explicó la directora de incidencia de la división de armas de Human Rights Watch y coordinadora de la Campaña contra los Robots de Combate, Mary Wareham. Lea también: EE. UU. revisa su política de exportación de aeronaves no tripuladas Según la experta, parece que el debate se demorará hasta noviembre, lo que "podría ser un año perdido para la diplomacia". Wareham aseguró que la participación activa de 97 naciones en la Convención sobre Armas Convencionales (CCW, por sus siglas en inglés) ha demostrado la creciente preocupación de que el control y la toma de decisiones estén en manos de humanos para que estos sistemas de armas puedan ser legales y aceptables. “Eliminar el control humano del uso de la fuerza ahora es ampliamente considerado como una grave amenaza para la humanidad que, como el cambio climático, merece una acción multilateral urgente”, enfatizó Wareham. Recomendado: Qualcomm presiona a EE. UU. para poder vender chips a Huawei "Existe un reconocimiento generalizado de que los desarrollos tecnológicos están permitiendo a los Ejércitos incorporar autonomía en los sistemas de armas. China, Israel, Rusia, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de varios sistemas de armas autónomos", resaltó la ONG. El documento también señaló que Australia y Turquía, entre otros Estados, están realizando inversiones en este campo. El informe evidenció la creciente preocupación sobre las armas completamente autónomas, también llamadas sistemas de armas autónomas letales. Eso llevó "a la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado a incluir a los robots asesinos junto con el cambio climático como un problema internacional urgente y una grave amenaza para la humanidad que merece una acción multilateral", resaltó Wareham. La funcionaria aseveró que mientras 97 países han indicado sus posiciones sobre los robots asesinos, desde el 2013 la otra mitad no ha dado su opinión. Las decisiones en la CCW se toman por consenso, por lo que unos pocos o incluso un solo país pueden bloquear las medidas de progreso sobre la regulación de los robots asesinos, y Estados Unidos y Rusia lideran el bloqueo. Le puede interesar: Ford pone a prueba sus perros robots en las plantas de producción "Estados Unidos y Rusia están invirtiendo fuertemente en aplicaciones militares de inteligencia artificial y están desarrollando sistemas de armas autónomos aéreos, terrestres y marítimos. No se trata solo de Rusia y Estados Unidos. Sin embargo, también vemos que esto está sucediendo en China, Israel, Corea del Sur y ciertas naciones europeas; sin embargo, la proliferación no está generalizada", dijo Wareham. ANADOLU