Una de las costumbres más comunes entre los colombianos y otros habitantes del mundo es la de pegar imanes a la nevera; por lo general, estos son regalos o recuerdos de viajes, aunque también hay destapadores, portarretratos y otros utensilios que ayudan a que este electrodoméstico luzca mucho más llamativo.
Sin embargo, hay ocasiones en las que ya son tantos, que surge la pregunta sobre si una cantidad exagerada de estos adornos puede llegar a perjudicar el funcionamiento de la propia nevera y terminar afectando los alimentos almacenados.
Uno de los principales mitos es sobre el consumo de energía, pues se cree que tantos imanes podrían llevar a que se disparara el consumo de luz, afectando el bolsillo de quienes acostumbran a pegar en el refrigerador estos curiosos regalos.
Frente a este rumor, hay que decir el consumo de electricidad no se va a incrementar por esta razón, pues la carga magnética generada por los imanes es muy pequeño como para afectar el correcto funcionamiento de este importante electrodoméstico. Así mismo, la vida de los alimentos tampoco se verá alterada, pues estas pequeñas piezas son incapaces de traspasar las puertas del refrigerador o del congelador.
Pese a este hecho, no hay que confiarse, pues con la llegada de los avances tecnológicos a estos aparatos, los imanes sí podrían resultar perjudiciales, en especial para los electrodomésticos que incluyen pantallas táctiles en sus puertas.
Aunque es claro que estas piezas son muy pequeñas, a la hora de estar cerca de un panel táctil podría afectar el sistema que la controla y alterar algunas funciones, llevando a que se active de forma autónoma y sin explicación alguna. En estos casos, la recomendación es retirar los adornos de las puertas y verificar si la falla se sigue presentando, si es así, lo mejor es acudir al servicio técnico.
El truco de la moneda que le ayuda a saber si es hora de cambiar de nevera
A la hora de irse de vacaciones hay que tener en cuenta ciertos aspectos para evitar que al regreso al hogar se presenten inconvenientes o problemas. Dejar cubierto el pago de servicios, desconectar los electrodomésticos o extremar las medidas de seguridad, hacen parte de esas tareas que se deben realizar antes de emprender un viaje de una o varias semanas.
Pese a esto, hay algo que siempre genera dudas entre los viajeros a la hora de dejar sola la casa y es si se debe o no desconectar la nevera y qué hacer con los alimentos que están almacenados allí.
La posibilidad de desconectarla no es muy práctica, pues por lo general hay alimentos que, ante la imposibilidad de consumirlos y la necesidad de almacenarlos, necesitan permanecer en el refrigerador o en el congelador, razón de peso para que la nevera sea el único electrodoméstico que queda conectado durante el viaje prolongado de una familia.
Sin embargo, durante la ausencia en el hogar, es posible que se presenten cortes de energía o que el electrodoméstico comience a fallar, algo que puede afectar la calidad de la comida y que, a la distancia, es imposible de controlar.
Para ayudar a las familias a corroborar si el congelador está funcionando como debe ser, hay un truco infalible, y muy sencillo, que solo requiere de una moneda y que se puede aplicar, incluso, si no se piensa viajar por un periodo tan largo.
Truco de la moneda para saber si funciona la nevera
El truco consiste en colocar una moneda en el congelador y fijarse muy bien la posición y el lugar donde se deja la moneda; con el paso de los días y si todo funciona de forma correcta, el metal deberá permanecer en el mismo punto donde se dejó.
Si, por el contrario, la nevera o el congelador han sufrido alguna falla o se han presentado cortes de luz o bajonazos de energía, la temperatura comenzará a subir y los alimentos comenzarán a descongelarse, lo que llevará a que el hielo, la escarcha y la disposición de lo almacenado cambien de forma y posición, provocando que la moneda caiga o se mueva.
Al momento de regresar del viaje de descanso, se podrá verificar si esto sucedió y así podrá saber si el congelador ha venido fallando por cortes de energía no planeados o por alguna situación que esté afectando el funcionamiento de este electrodoméstico, indispensable para el cuidado y mantenimiento de los alimentos.