En la era digital, las estafas se han vuelto más sofisticadas y frecuentes, aprovechándose de hábitos cotidianos que muchos desconocen como riesgos. Los estafadores utilizan una variedad de técnicas para explotar estas vulnerabilidades, afectando a personas de todas las edades y entornos.
Uso de contraseñas débiles: Uno de los hábitos más peligrosos es el uso de contraseñas débiles o repetidas en múltiples cuentas. Los estafadores pueden adivinar fácilmente contraseñas comunes como “123456″ o “password”, y si una persona usa la misma contraseña en varias cuentas, un solo ataque exitoso puede comprometer múltiples servicios.
Para mitigar este riesgo, es crucial utilizar contraseñas únicas y fuertes para cada cuenta y considerar el uso de un gestor de contraseñas para manejar de manera segura las credenciales.
Compartir información personal en redes sociales: Las redes sociales son una mina de oro para los estafadores que buscan información personal. Publicar detalles como la fecha de nacimiento, dirección, lugar de trabajo o nombres de familiares puede proporcionar a los estafadores la información necesaria para llevar a cabo robos de identidad o ataques de ingeniería social.
Es aconsejable revisar y ajustar las configuraciones de privacidad en las redes sociales y ser consciente de la cantidad de información personal que se comparte públicamente.
Clic en enlaces desconocidos: Otro hábito peligroso es hacer clic en enlaces de correos electrónicos, mensajes de texto o publicaciones en redes sociales sin verificar su autenticidad.
Los estafadores a menudo envían enlaces que parecen legítimos, pero que en realidad dirigen a sitios web fraudulentos diseñados para robar información personal. Siempre se debe verificar el remitente y, si hay alguna duda, ir directamente al sitio web oficial en lugar de hacer clic en enlaces sospechosos.
Responder a llamadas y mensajes de números desconocidos: Responder a llamadas o mensajes de números desconocidos puede exponer a las personas a estafas telefónicas. Los estafadores pueden hacerse pasar por representantes de bancos, servicios públicos o incluso agencias gubernamentales, solicitando información personal o pagos.
Es vital no proporcionar información personal a desconocidos por teléfono y verificar cualquier solicitud directamente con la entidad en cuestión a través de números de contacto oficiales.
Ignorar actualizaciones de software: No actualizar el software y las aplicaciones regularmente puede dejar dispositivos vulnerables a ataques. Los estafadores a menudo explotan vulnerabilidades en software desactualizado para acceder a información personal.
Mantener el sistema operativo, aplicaciones y software de seguridad actualizados es una defensa crucial contra muchas formas de ataque cibernético.
Uso de redes Wi-Fi públicas sin precauciones: Conectarse a redes Wi-Fi públicas sin precauciones puede exponer a las personas a ataques de intermediarios, donde los estafadores interceptan la información transmitida entre el dispositivo y el servidor.
Es recomendable evitar realizar transacciones sensibles, como banca en línea, en redes Wi-Fi públicas y utilizar una red privada virtual (VPN) para cifrar el tráfico de internet.
Descargar aplicaciones de fuentes no confiables: Descargar aplicaciones de tiendas no oficiales o de fuentes desconocidas puede instalar software malicioso en el dispositivo. Estas aplicaciones pueden parecer legítimas, pero en realidad están diseñadas para robar información personal o financiera. Descargar aplicaciones solo de tiendas oficiales como Google Play Store o Apple App Store reduce significativamente este riesgo.
No revisar regularmente los estados de cuenta: Muchos no revisan regularmente los estados de cuenta bancarios o de tarjetas de crédito, lo que puede permitir que transacciones fraudulentas pasen desapercibidas durante mucho tiempo.
Es importante revisar periódicamente los estados de cuenta para detectar cualquier actividad sospechosa y reportarla de inmediato a la entidad financiera.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.