A medida que las personas avanzan en la vida, uno de los mayores retos financieros es planificar adecuadamente para una jubilación cómoda y tranquila. A los 50 años, se considera un punto clave en la planificación financiera, ya que es una etapa en la que las personas aún tienen tiempo para corregir el rumbo de su ahorro, pero también ser conscientes de que ya no tienen la misma flexibilidad que en sus 30 o 40 años. La pregunta fundamental que muchos se hacen es: ¿cuánto dinero debe tener ahorrado a los 50 años para asegurarse una vejez tranquila?

¿Cuánto dinero debería tener ahorrado a los 50?

La cantidad de dinero que una persona debe ahorrar para la jubilación depende de una serie de factores, como el estilo de vida deseado, los gastos futuros, la esperanza de vida, la salud y los ingresos esperados durante la jubilación. Aunque no existe una respuesta única, la IA sugiere que lo ideal es contar con un ahorro que cubra entre un 70 % y un 80 % del ingreso actual, adaptado a las necesidades personales de cada individuo.

Tener ahorros proporciona una red de seguridad en caso de emergencias inesperadas. | Foto: Getty Images

Una de las recomendaciones más comunes es que, para los 50 años, una persona debería haber ahorrado al menos cinco veces su salario anual. A los 60, la cifra debería ascender a ocho veces el salario anual, y al llegar a los 67 años, el objetivo sería contar con 15 veces lo que se gana en un año.

Este enfoque tiene en cuenta que, al momento de la jubilación, muchas personas no recibirán ingresos salariales regulares, por lo que su fondo de pensiones debe ser suficiente para mantener un nivel de vida adecuado.

Para poner esto en perspectiva, si una persona gana 30.000 dólares anuales, a los 50 años debería tener ahorrados unos 150.000 dólares. A los 60 años, esa cifra debería subir a 240.000 dólares, y para los 67 años, alcanzar los 450.000 dólares.

La cantidad de dinero que una persona debe tener ahorrado a los 50 años también depende de otros activos, como la propiedad de una vivienda. Si una persona tiene una hipoteca pagada o una propiedad significativa que podría vender o alquilar en la jubilación, el valor de esa propiedad podría aliviar la presión sobre el ahorro necesario. De igual forma, otras inversiones, como bienes raíces, fondos de inversión o seguros de vida, pueden complementar los ahorros destinados a la jubilación.

En este sentido, algunas personas optan por reducir gastos y ahorrar más agresivamente en los últimos años antes de la jubilación. Mientras tanto, otros pueden preferir diversificar sus activos para obtener ingresos pasivos, lo que les permitiría vivir de manera más relajada sin tener que depender completamente de sus ahorros.

Al planificar el ahorro para la vejez, las personas asumen el control sobre su futuro financiero. | Foto: Getty Images

Otro factor fundamental en la planificación del ahorro para la jubilación es la salud. A medida que las personas envejecen, los costos médicos suelen aumentar, lo que puede poner presión sobre los ahorros. La planificación para los gastos de atención médica a largo plazo es una de las áreas que muchos no consideran adecuadamente.

Por lo tanto, las personas a los 50 años deben comenzar a estimar estos gastos y ajustarlos a sus ahorros, lo cual puede implicar la contratación de seguros de salud o incluso planificar a través de cuentas de ahorro para gastos médicos.

No existe una cifra exacta que sirva para todos, pero la regla general es que una persona debe haber acumulado entre cinco y ocho veces su salario anual a los 50 años para estar en el camino correcto hacia una jubilación tranquila. Esto implica tomar decisiones estratégicas de ahorro, inversión y planificación a largo plazo. Si bien los números pueden variar según las circunstancias personales, la clave es empezar lo antes posible y mantenerse disciplinado en el ahorro, de modo que, al llegar a los 60 o 70 años, una persona pueda disfrutar de una vejez libre de preocupaciones financieras.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.