Durante mucho tiempo, han existido mitos sobre el mal uso del cargador del celular, sugiriendo que esto podría tener consecuencias graves no solo para este accesorio vital, sino también para la batería del dispositivo.
Una situación común que se observa casi a diario es que una vez que las personas terminan de cargar su móvil, dejan el cargador conectado al tomacorriente. Esto ha generado la idea de que dejar el accesorio conectado podría aumentar el consumo de energía, no solo aplica con el cargador, sino también con otros electrodomésticos mientras no están en uso. Sin embargo, ¿qué tan cierto es esto?
Según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), se determinó que dejar conectado el cargador sin el celular puede consumir aproximadamente 0,0002 kilovatios hora (kWh).
Sin embargo, este no es el único riesgo. El aumento en el consumo de energía es mínimo en comparación con los graves daños que pueden ocurrir con esta mala práctica. Por ejemplo, existe el riesgo de incendio debido al sobrecalentamiento de los componentes internos del accesorio, lo que también podría reducir su vida útil.
Además, el portal especializado en tecnología asegura que el consumo de energía al dejar el cargador conectado sin el celular es realmente mínimo, casi nulo, “los cargadores de batería incluye distintos circuitos integrados con una bobina interna de cobre que se encarga de transformar el alto voltaje y amperaje de la toma directa de corriente a los valores mucho más bajos que requiere un móvil. Dicha circuitería no se desconecta por completo cuando quitamos el móvil del cable, ya que una mínima parte de energía sigue circulando por la bobina. Ésta es la razón por la que continúan consumiendo electricidad de forma pasiva, en modo fantasma”, afirman.
En resumen, aunque el cargador sigue consumiendo una cantidad mínima de electricidad, no implica un gasto desmesurado que resulte en altos costos en la próxima factura de luz.
¿Qué es el consumo fantasma de energía?
La misma fuente citada indica que el consumo fantasma de energía es el término utilizado cuando se dejan aparatos electrónicos conectados sin estar en uso, es decir, en “stand by”, listos para volver a utilizarse cuando sea necesario. “Se estima que el consumo fantasma supone entre un 7 y un 11% del consumo eléctrico de un hogar medio, lo cual no es significativo”, señalan.
Un ejemplo claro de esto son los televisores, los microondas o los computadores, que generalmente permanecen conectados pero solo se utilizan en determinados momentos del día, lo que indica que están en reposo pero no desconectados por completo.
En ese sentido, para proteger tanto el medio ambiente como la calidad de su móvil, es recomendable adoptar buenas prácticas al cargar el celular. Por lo tanto, una vez que se complete el ciclo de carga, es mejor desconectar el cargador del enchufe.
Además, es importante asegurarse de que tanto la cabeza del cargador como el cable y la entrada estén en perfectas condiciones y no presenten defectos que puedan causar daños. Por ello, es fundamental guardar el cargador adecuadamente para evitar que el cable se deteriore con el tiempo.