El CEO de Tesla, Elon Musk, asumió el control de Twitter, después de que el CEO de Twitter, Parag Agrawal, y el director financiero, Ned Segal, fueran apartados de sus cargos y abandonaran la sede de la empresa en San Francisco.

De acuerdo con David Faber de CNBC, el magnate tenía plazo hasta este viernes para completar su adquisición de Twitter por US $ 44.000 millones o enfrentar una batalla judicial con la compañía.

Elon Musk dijo el jueves en Twitter que está comprando la red social, porque es “importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública en línea donde una gran variedad de opiniones puedan debatirse de manera saludable, sin recurrir a la violencia”.

Sin embargo, tras la compra, el CEO de Tesla ha hecho una serie de anuncios. Por ejemplo, recientemente envió un mensaje a través de su cuenta oficial que despertó la curiosidad de los usuarios:

“Twitter formará un consejo de moderación de contenido con puntos de vista muy diversos”, asegura el mensaje, y continúa: “No se tomarán decisiones de contenido importantes ni se restablecerán cuentas antes de que se reúna ese consejo.”

Esto desmiente el rumor de que Musk planeaba habilitar las cuentas de usuario que habían sido suspendidas de forma permanente, como es el caso del expresidente Donald Trump y su posible regreso a la red social.

“Estoy muy contento de que Twitter se encuentre ahora en manos de una persona cuerda y ya no esté dirigida por los lunáticos de la izquierda radical y los maniacos que odian de verdad a nuestro país”, escribió el expresidente Trump en un mensaje publicado en su propia plataforma Truth Social.

Ahora publicó el mensaje: “La comedia ya es legal en Twitter”.

El proceso de compra de la compañía

Twitter y Musk firmaron un contrato a fines de abril para que el millonario se hiciera de la red del pájaro azul. Pero luego, Musk unilateralmente quiso abandonar el acuerdo en julio.

Musk bombardeó a Twitter con críticas antes y luego de la firma del convenio, acusándola en particular de censurar a los usuarios y no luchar lo suficiente contra los spams y cuentas falsas.

El multimillonario fundador de Tesla justificó su marcha atrás sobre el pacto de compra, afirmando que la proporción de cuentas automatizadas en la red social era ampliamente superior al 5% que la empresa declaraba.

La empresa lanzó una querella judicial para forzarlo a honrar su compromiso, y parecía que tenía chances de ganar en una corte.

Luego, cuando se acercaba la fecha del juicio, Musk decidió seguir adelante con la compra al precio pactado en abril, de 44.000 millones de dólares.

El acuerdo de abril fue recibido con recelo por sectores más a la izquierda y alegría por sectores a la derecha del espectro político estadounidense, por la idea de que Musk podría flexibilizar las reglas y la moderación de contenidos.

“La parte más fácil para Musk era comprar Twitter”, consideró Dan Ives, analista de Wedbush, el jueves en una nota. Para el hombre más rico del mundo, el desafío será “reparar este activo en dificultad”, estimó.

La operación quedará en los registros como “una de las adquisiciones tecnológicas más sobre pagadas” de la historia, concluyó.

Al cierre de este jueves, las acciones de Twitter quedaron en 53,70 dólares, cerca del valor establecido en el convenio de compra.

*Con información de AFP