La administración de Juan Manuel Santos tiene dos visiones respecto a los cambios disruptivos que está generando la tecnología en la sociedad colombiana. En Cartagena, al cierre de una nueva edición de Andicom, el propio presidente anunció que junto al ministro de las TIC, David Luna, crearían el viceministerio de la Economía Digital. Lo que antes era el difuso viceministerio TI, ahora pasa a ser una cartera para afrontar una nueva forma de producción nacional.Daniel Quintero, quien fuera el líder del partido del Tomate y que actualmente pertenece al Partido Liberal, será el primer viceministro de la Economía Digital.“Hay que promover la transformación digital. Pensando en que el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) evolucione, como lo exigen los tiempos actuales", dijo Santos. El mandatario indicó que el Ministerio TIC viene haciendo un trabajo juicioso para aumentar la adopción de la tecnología en el país, lo que es un círculo virtuoso en favor del desarrollo. “Hay que subirse en ese tren de la digitalización que queremos para la economía o correremos el riesgo de quedar rezagados de por vida”, agregó.No es una frase menor la que entregó el primer mandatario del país. Actualmente, el sector de la tecnología está transformándose de industria emergente a polo de desarrollo. La visión que tiene el Ministerio de las TIC es ambiciosa, y concibe la tecnología como un área transversal que impactará todas las industrias. Las TIC pueden convertirse en el nuevo petróleo para Colombia, si es que se toman las medidas correctas en el tiempo correcto.Le puede interesar: Netflix ¿enemigo de la televisión pública?Por esto, especialistas del sector se cuestionan. ¿Por qué mientras el ministerio de las TIC promueve el desarrollo de nuevas tecnologías y la inclusión de plataformas que están revolucionando el mundo, desde otras carteras tienen una visión tan diferente? Basta ver lo que ocurre con Uber y el Ministerio de Transporte, representado en la Superintendencia de Puertos y Transporte.Casi que al tiempo que se desarrollaba Andicom, el encuentro tecnológico más importante del sector, la Supertransporte aseguraba que redoblaría los esfuerzos para sancionar a la plataforma Uber por seguir prestando un servicio que sigue considerado como “ilegal”. El ente de control fue más allá, hasta le prohibió a Uber la publicidad digital para promover que conductores particulares comiencen a conducir por las ciudades utilizando la aplicación.Y más que una paradoja, lo que ocurre entre los reguladores y las tecnologías disruptivas tiene que ser un motivo de preocupación para el Ejecutivo. El ministro Luna siempre ha tenido que referirse tangencialmente respecto a Uber. En su momento afirmó que “no será el MinTic el que prohíba Uber”, quizá consciente de que un paso en falso del Gobierno respecto a las plataformas disruptivas puede, como afirmó el presidente en Andicom, rezagar al país.Pero del otro lado de la mesa están los ministerios de Transporte y la Supertransporte que ven como una amenaza lo que hace Uber. Aunque le dieron vida a un nuevo decreto para tratar de regular el transporte de lujo, siguen sin concebir lo que realmente hace Uber y se ha dedicado a implementar medidas restrictivas.La doble visión de los ministerios respecto a la tecnología no es algo exclusivo de las carteras de Transporte y Tecnología. Actualmente, aplicaciones como Airbnb tiene con los pelos de punta al gremio hotelero y es poco lo que se sabe sobre qué haría el ministerio de Industria, Comercio y Turismo, si es que le compete, para enfrentar el reto de esta plataforma colaborativa.Para no ir más lejos, los bancos también han mostrado su preocupación por la explosión de opciones de pago mediante tecnología. Y tanto los operadores como los canales de televisión están tratando de descifrar como combatir el poder de Netflix. Todo esto sin que las autoridades regulatorias hagan mayor cosa para incidir o reglamentar los verdaderos retos de este nueva economía digital que por ahora sólo tiene un nuevo flamante viceministro.Ahora los impuestosPara completar el cuadro disímil entre carteras, recientemente se conoció que el ministro de Hacienda, Mauricio Cardenas, tiene contemplado incluir a las plataformas tecnológicas en la nueva reforma tributaria que se espera pase al Legislativo después de que se vote el plebiscito. Expertos consultados por Semana.com consideran que “el movimiento del MinHacienda es correcto, pero puede resultar muy arriesgado”.Plataformas como Uber, Netflix, Airbnb o Amazon y gigantes de internet como Facebook y Google se las han ingeniado para no tributar de la misma forma en que lo hacen sus competidores en casi todos los países donde tienen influencia. Semana.com habló con una fuente de la DIAN que indicó que hay todo un equipo en la entidad para analizar el modelo que usan las aplicaciones para evitar impuestos. “Sabemos que su modelo aunque controversial es legal”, explicó.Siga este enlace para conocer la decisión que tomó la Supertransporte respecto a Uber.El ministro Cardernas tendrá la dura tarea de buscar una fórmula para que haya equilibrio entre los competidores internacionales, que no se ven en oficinas físicas, pero son más poderosas en internet, respecto de la industria nacional. Además, en una coyuntura donde el Estado tiene problemas fiscales hay que aprovechar cada oportunidad para aumentar los ingresos.Lo cierto es que el gobierno Santos sufre de fuego amigo respecto a la tecnología y sobre todo respecto a sus alcances en industrias que antes ni siquiera esperaban esta tormenta perfecta. Como lo advertía en su momento el exministro de las TIC, Diego Molano, “si el Estado y la industria colombiana no se adapta a la nueva revolución digital más del 30 % de la fuerza laboral del país desaparecerá”.