Los teléfonos celulares se han consolidado como una herramienta esencial en la vida cotidiana, ya que permiten mantener a las personas conectadas a través de llamadas, mensajes, redes sociales y otros servicios. Además, ofrecen acceso a una vasta cantidad de información de interés personal o profesional. Sin embargo, para disfrutar de una experiencia fluida y sin interrupciones, contar con una buena conexión a internet resulta indispensable.
Como sucede con cualquier dispositivo tecnológico, los teléfonos móviles experimentan desgaste con el paso del tiempo. Con el uso continuo, algunos de sus componentes pueden deteriorarse hasta el punto de que el usuario se vea obligado a reemplazarlo por uno nuevo. En estos casos, muchas personas optan por regalar, vender o, en algunos casos, guardar el teléfono antiguo para utilizarlo en una emergencia o darle un nuevo uso en el futuro. No obstante, hay un aspecto importante que no todos consideran: las posibles consecuencias de almacenar el dispositivo sin un adecuado mantenimiento.
De acuerdo con varios medios especializados en tecnología, como Movilzona, una de las desventajas de guardar un teléfono antiguo es que, con el avance de la industria, algunos modelos pueden quedar obsoletos, lo que reduce su capacidad de aprovechar las nuevas funcionalidades y características. Además, el software del dispositivo podría dejar de ser compatible con futuras actualizaciones, lo que afectaría su rendimiento.
En cuanto a las baterías, los teléfonos que utilizan tecnología de níquel-cadmio (NiCd) o níquel-hidruro metálico (NiMH) pueden experimentar corrosión interna si se mantienen guardados durante largos períodos sin uso. Este deterioro puede dañar los componentes clave y hacer que el dispositivo deje de funcionar completamente.
¿Cómo guardar un celular que no se va a usar para evitar daños?
Para prolongar la vida útil de un teléfono guardado, es importante seguir algunas recomendaciones. Primero, se debe realizar una copia de seguridad de todos los datos importantes, como fotos, videos, mensajes y contactos. Esta copia puede almacenarse en la nube o en una computadora para garantizar su acceso en el futuro.
Es esencial también asegurarse de que tanto el sistema operativo como las aplicaciones estén actualizadas a la última versión disponible. Esto no solo optimiza el rendimiento del dispositivo, sino que también mejora su seguridad, dejándolo listo para su uso en cualquier momento.
Otro aspecto fundamental es la batería. No se debe guardar un teléfono con la batería completamente descargada ni al límite de su carga. Aunque el dispositivo esté apagado, requiere una pequeña cantidad de energía para mantener el reloj interno y evitar que la batería se descargue por completo. Los expertos recomiendan cargar el teléfono de vez en cuando, encenderlo cada dos meses para comprobar el estado de la batería y, si es necesario, volver a apagarlo para almacenarlo correctamente.
Finalmente, es importante almacenar el teléfono en un lugar adecuado. Lo ideal es guardarlo en su caja original, ya que esto ayuda a protegerlo de golpes y polvo. En caso de no contar con la caja original, se puede recurrir a cajas de cartón que ofrezcan suficiente protección y consistencia.