En la actualidad, contar con un computador es esencial en la vida de las personas, ya que estos dispositivos permiten realizar diversas tareas tanto laborales como académicas. Sus principales funciones incluyen el almacenamiento de datos, el procesamiento de grandes volúmenes de información, así como la organización y entrega de esta información al usuario según sus necesidades.
En este contexto, disponer de un equipo moderno es fundamental para evitar contratiempos al realizar actividades importantes en el día a día. Es decir, al comprar un nuevo dispositivo, es recomendable asegurarse de que cuente con todas las actualizaciones necesarias para garantizar una experiencia completamente personalizada.
Una de las funciones más destacadas en los computadores actuales es el “inicio rápido”, una configuración que permite un arranque más ágil tras el apagado. Según la web oficial de Microsoft, Windows guarda la sesión del kernel y los controladores del dispositivo en un archivo de hibernación en el disco en lugar de cerrarlos completamente al apagar el PC.
Esta característica es muy útil para los usuarios, dado que optimiza el tiempo y facilita el proceso de inicio, combinando elementos de un apagado tradicional con un modo de suspensión. Sin embargo, aunque ofrece grandes ventajas, no siempre resulta beneficiosa.
Uno de los inconvenientes señalados por Computer Hoy es que el inicio rápido puede interferir con la instalación de actualizaciones, lo que puede causar errores o bloqueos que afectan la productividad. En otras palabras, al tener esta función activada, el sistema podría no realizar un apagado completo, impidiendo que archivos o aplicaciones se cierren correctamente.
Por esta razón, algunos usuarios podrían considerar innecesario mantener activada esta función, especialmente aquellos que han experimentado problemas derivados de su uso.
“Este inicio híbrido es útil en discos duros mecánicos, pero sus beneficios son mínimos si tienes Windows en un disco SSD, ya que este tipo de unidad de almacenamiento es muy rápida por sí misma. Por lo tanto, aunque no es una función molesta, hay usuarios que la pueden considerar innecesaria y que no saben cómo desactivarla”, señala Xataka.
Para desactivarla, solo debe ingresar al ‘Panel de control’ desde el menú de inicio. Luego, diríjase a ‘Sistema y seguridad’ > ‘Opciones de energía’ > ‘Elegir el comportamiento del botón de inicio/apagado’. A continuación, haga clic en ‘Cambiar la configuración actualmente no disponible’ y desmarque la casilla ‘Activar inicio rápido’. Finalmente, guarde los cambios. Si en algún momento desea volver a activarla, sigua los mismos pasos.
Es importante tener en cuenta que mantener activada esta función no suele interferir gravemente en sus actividades, pero con el tiempo puede afectar algunos procesos. Por ello, desactivarla podría ser la solución para garantizar una experiencia óptima sin contratiempos.