En materia de transporte el país se modernizó y hace un siglo pasó ‘de la mula al avión‘. Ahora en cuanto a la salud espera dar el gran salto para que los colombianos pasen de las carpetas de papel a la historia clínica digital. Una ley recién sancionada convertirá en realidad ese sueño. Cuando el sistema esté en marcha, cada vez que una persona acuda a un servicio de salud, el médico o la institución tratante tendrá acceso a los datos médicos vitales por medio del computador. O sea que el paciente no deberá llevar su historia clínica para todas partes. Hoy en día, los primeros ocho minutos de una cita médica se pierden en recopilar datos básicos de la persona. Estos van desde el nombre, domicilio y documento de identidad hasta enfermedades prevalentes, cirugías, patologías o medicamentos que toma. Estos minutos resultan vitales cuando las personas llegan por una urgencia, muchas veces sin capacidad de responder preguntas o de advertir alergias, procedimientos o medicamentos contraindicados.

En estos momentos la digitalización resulta fundamental. Lo dice el senador Carlos Fernando Motoa, quien junto al representante Juan Fernando Reyes, radicó un proyecto de ley al respecto en marzo de 2019. Y el Gobierno acogió esta iniciativa parlamentaria, con la bendición de los ministerios de Salud y de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, así como el de Hacienda. Tras varios meses de debate, en diciembre el Congreso aprobó la ley que crea las historas clínicas electrónicas interoperables. Esta herramienta les permitirá a los profesionales de la salud tener siempre a la mano –en un computador y en tiempo real–, los datos más relevantes de los pacientes. La herramienta comenzará a nutrirse con los datos de los pacientes una vez entre a operar en 2021, pues incluir la información histórica es difícil y muy costoso. Una vez ingresados los datos, la historia clínica se alimentará con los exámenes, procedimientos y consultas que en el futuro presten los servicios médicos. Y el usuario podrá tenerla siempre disponible. Motoa menciona entre las ventajas del nuevo sistema la agilidad en la atención al usuario –en especial para quienes cambian de ciudad–; mayor eficiencia; menos muertes de pacientes que llegan inconscientes, y ahorros por cerca de 5% de los costos al sistema de salud. En una etapa avanzada permitirá también luchar contra la corrupción al contar con los antecedentes médicos de todos los colombianos, dice Motoa. Cómo operará El país adoptará este sistema en tres etapas, según asesores en transformación digital del Ministerio de Salud. La primera consistirá en desarrollar una gran plataforma encargada de articular la información con los prestadores. Las historias digitales serán ‘interoperables‘. Es decir, que cada entidad mantendrá sus propios sistemas de información y almacenamiento, y estos a su vez se comunicarán con la gran plataforma que desarrollarán los ministerios de Salud y de las TIC. El diseño de la primera versión de la plataforma ya arrancó y debe estar lista a más tardar en un año, lapso durante el cual el Gobierno avanzará en la reglamentación de la ley. Hasta el momento han identificado 57 variables que deben ir en las historias clínicas, aunque podrían aumentar a medida que avance la reglamentación.

Cerca de 60.000 prestadores deberán tener disponible la información. "El sistema se va a alimentar de todos los prestadores: IPS, profesionales independientes, sistemas especiales de transporte, como ambulancias y empresas que tienen otra función distinta a servicios de salud, pero prestan servicios de enfermería", dice el Ministerio de Salud. Todo se hará en el marco del respeto total por la ley de protección de datos. La segunda etapa comenzará con la implementación de la plataforma, es decir, el proceso para que la información llegue a todas las IPS y prestadores del país. Este paso podría tomar un máximo de 5 años, estiman en Minsalud. Existe una tercera fase por explorar: las herramientas para analizar o agrupar esta información; para darle un uso en estadística médica que permita conocer las enfermedades de los colombianos y generar políticas de prevención o planeación de campañas para mitigar sus impactos. Las ventajas de la tecnología son evidentes, pero la mayor preocupación se relaciona con el costo. Hasta el momento no hay una cifra exacta, pero los expertos estiman que adoptar este sistema requeriría invertir entre $300.000 millones y $600.000 millones. Aquí están incluidos los recursos que requiere dotar a la red pública de acceso a internet y adquirir los computadores necesarios.

El salto de la historia clínica en papel a la digital marcará sin duda un nuevo hito en la salud del país. Y, de paso, les quitará más de un dolor de cabeza a entidades y usuarios.