Un hecho bastante llamativo tuvo como protagonista al Sol y la Nasa logró captarlo en video; se trata de la llamarada más fuerte emitida por el astro rey desde 2017, y la cual tomó por sorpresa a los expertos, pues se esperaba que algo así sucediera hasta 2025.
Recién empezó 2023, expertos en el tema tenían entre sus planes que el mayor momento de actividad solar se presentara dos años después; sin embargo, una erupción detectada en agosto alertó a los científicos, quienes luego de realizar cálculos precisos pudieron determinar que el clímax del sol se presentaría a finales de este año o comienzos de 2024.
Pues bien, este suceso ha tenido lugar el pasado 14 de diciembre, cuando registraron una nueva erupción y pudieron determinar que el Sol se encuentra en su punto más candente; la magnitud de este chispazo ha llevado a los expertos a incluirlo en la categoría de ‘llamarada X’, clasificación que la ubica como la más potente registrada hasta entonces.
Este tipo de sucesos astronómicos, según los científicos, puede llegar a complicar algunas actividades en la Tierra, entre ellas, las comunicaciones por radio, tal como lo reportó ‘The Guardian’ en uno de sus artículos en los que señalaba que por la fecha se presentaron reportes de fallas en los sistemas de comunicación de países como Estados Unidos.
Esta ‘llamarada X’ no se presentaba desde el 10 de septiembre de 2017, por lo que es un hecho bastante llamativo para los astrónomos. De igual forma, los estudiosos del tema han concluido que esta potente flama emitió un incalculable pulso de radiación de alta energía que el Observatorio de Dinámica Solar de la Nasa logró captar en video.
Por fortuna, para los habitantes de la Tierra, la atmósfera sirve como protección ante la potencia de la radiación liberada por el Sol, por lo que no significa problema alguno.
Consecuencias de las llamaradas solares
Las llamaradas solares son poderosas explosiones de energía. Las llamaradas y las erupciones solares pueden afectar las comunicaciones por radio, las redes de energía eléctrica, las señales de navegación y presentar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
Aunque la atmósfera terrestre sirve como escudo, la radiación emitida por el Sol aún puede afectar las señales enviadas por el GPS y los satélites de comunicaciones y provocar apagones de radio.
Las llamaradas más poderosas suelen ir acompañadas de eyecciones de masa coronal (CME), que envían enormes nubes de plasma solar al espacio a millones de kilómetros por hora.
Las CME que golpean la Tierra pueden generar tormentas geomagnéticas, que pueden alterar las redes eléctricas y otras infraestructuras. Estas tormentas también pueden sobrecargar las auroras, haciendo que estos espectáculos de luz celestial sean más intensos y visibles en áreas más grandes.
Esta impactante llamarada impactó en Sudamérica, según información de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos, lo que habría ocasionado daños en la tecnología terrestre durante unas horas.