La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa) perdió el contacto con la sonda después de unas ordenes enviadas el pasado 21 julio. Estas “hicieron inadvertidamente que la antena apuntara a dos grados de la Tierra”.

La situación causó que se dejara de transmitir datos al control de misión y también de recibir órdenes. Ante esta situación, la fecha prevista para resolver el asunto era hasta el 15 de octubre cuando se tenía planeada una maniobra de reorientación automática.

Un equipo intentó restablecer el contacto con dicha sonda con la ayuda de Deep Space Network, este es un grupo internacional de antenas de radio gigantes, que algunas de ellas orbitan alrededor de la Tierra. Los intentos dieron resultado, pues la sonda Voyager 2 envió una señal.

La directora del proyecto Voyager, Suzanne Dodd, expresó que “esto tuvo éxito porque vemos la señal del ‘latido’ de la nave espacial lanzada para explorar los planetas exteriores y servir de faro de la humanidad”, declaró.

En su cuenta de la red social Twitter, la cuenta oficial Nasa Voyager publicó el siguiente mensaje: “Anoche, restablecí las comunicaciones completas con la Tierra gracias a un pensamiento rápido y mucha colaboración. Estoy operando normalmente y sigo en mi trayectoria esperada. Me alegro de que finalmente pueda llamar a casa. -V2″.

De acuerdo con lo que le dijo la directora a la agencia AFP, los encargados de arreglar la situación enviaron un mensaje a la nave espacial con la ayuda de un “transmisor de mayor potencia” y lo programaron para que este llegara durante las mejores condiciones y se pudiera alinear la antena con el comando.

Asimismo, la experta aseguró que “la Red de Espacio Profundo usó el transmisor de mayor potencia para enviar el comando (el enlace ascendente de banda S de 100 kw desde el sitio de Canberra) y lo programó para que se enviara en las mejores condiciones durante el pase de seguimiento de la antena para maximizar la posible recepción del mando de la nave espacial”.

El laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, responsable de haberla construido y quienes operan la sonda, reveló que había enviado nuevas instrucciones para que la antena de la nave apuntara nuevamente a la Tierra. Más de 30 horas después, la sonda volvió a enviar información. “Lo que indicó que estaba operando normalmente y que permanecía en su trayectoria esperada”, expresaron.

Esta sonda dejó la heliosfera, que es una especie de burbuja magnética que protege a los planetas de la radiación del espacio exterior a los planetas del sistema solar, en el año 2018 para entrar en el espacio interestelar. De hecho, es la única que ha sobrevolado planetas como Urano y Neptuno.

La NASA ha intentado esclarecer cientos de casos de presuntos OVNIS en el mundo | Foto: 2020 Getty Images

“La Voyager 2 y su gemela, la Voyager 1, son las únicas naves espaciales que alguna vez operaron fuera de la heliosfera, la burbuja protectora de partículas y campos magnéticos generados por el Sol”, expuso la NASA.

La Voyager 1, también fue lanzada en 1977, se convirtió en la primera nave en entrar al espacio interestelar en el año 2012. En la actualidad, esta se encuentra a unos 24.000 millones de kilómetros de la Tierra.

Voyager 1 NASA (Foto de ARCHIVO) 10/5/2021 | Foto: Europa Press 2021

Estas dos sondas fueron diseñadas para aprovechar una extraña alineación de los planetas exteriores, un fenómeno que ocurre aproximadamente cada 176 años y el que permite explorar Júpiter y Saturno.

Respecto a lo que pase cuando se queden sin energía, algo que pasará en 2025, se espera que sigan deambulando por el espacio “Las sondas Voyager se alimentan con generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG), que convierten el calor del plutonio en descomposición en electricidad”, indican.