Un satélite pionero de comunicaciones láser bidireccional de la Nasa fue lanzado con éxito el 7 de diciembre desde Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de un cohete Atlas V.

El despegue tuvo lugar a las 10.19 UTC como parte de una misión llamada STP-3 (Programa de Prueba Espacial-3) que incluyó otras cargas útiles de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, informa la NASA.

El sistema LCRD (Laser Communications Relay Demonstration) de la Nasa aprovechará el poder de la luz infrarroja para enviar y recibir información codificada en rayos láser invisibles de un lugar a otro.

Una vez en órbita, LCRD demostrará los beneficios de utilizar láseres infrarrojos para comunicar información desde el espacio. Estos beneficios incluyen un aumento de datos en un solo enlace descendente, así como un tamaño, peso y requisitos de energía reducidos para un sistema de comunicaciones en una nave espacial.

Una vez que la nave espacial llegue a su destino en órbita geosincrónica, a 33.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, el LCRD se convertirá en el primer relé de comunicaciones láser bidireccional de la Nasa.

Misión tripulada a la Luna

Bill Nelson, jefe de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa), la principal agencia de programas espaciales e investigación aeronáutica del Gobierno estadounidense, anunció el pasado martes 9 de noviembre que Estados Unidos enviará una misión tripulada a la Luna “a más tardar en 2025″.

El gobierno del expresidente Donald Trump había fijado la meta del viaje para el año 2024 cuando lanzó el programa Artemis, pero la misión ha sufrido muchos retrasos. Uno de los obstáculos recientes tiene que ver con el conflicto legal entre las compañías aeroespaciales de Jeff Bezos (Blue Origin) y Elon Musk (SpaceX).

Ambas compañías tecnológicas, cuyos dueños son dos de las personas más ricas del planeta, compiten para desarrollar un módulo de aterrizaje lunar. En abril de este año, la NASA otorgó a SpaceX, compañía liderada por Elon Musk, un único contrato de US$2.890 millones para construir el próximo módulo de aterrizaje en la Luna.

Sin embargo, a finales de julio, Jeff Bezos, fundador de la compañía aeroespacial Blue Origin, le realizó una tentadora oferta a la Nasa en la que se ofreció a cubrir hasta US$2.000 millones de costos a cambio de un contrato para construir el módulo de aterrizaje lunar.

“En lugar de este enfoque de fuente única, la Nasa debería adoptar su estrategia original de competencia. Sin competencia, al poco tiempo de iniciado el contrato, la Nasa se encontrará con opciones limitadas mientras intenta negociar plazos incumplidos, cambios de diseño y sobrecostos”, aseguró el documento firmado por Jeff Bezos y publicado en el sitio web de Blue Origin en julio.

“Sin competencia, las ambiciones lunares a corto y largo plazo de la Nasa se retrasarán, en última instancia costarán más y no servirán al interés nacional”, advirtió Bezos en ese momento.

El empresario también se comprometió a que Blue Origin financiaría su propia misión de pionero a la órbita terrestre baja a cambio de un contrato de precio fijo con la agencia espacial estadounidense.

En la carta dirigida al administrador de la Nasa, Bill Nelson, Bezos también planteaba que su propuesta servirá para cerrar “el déficit presupuestario a corto plazo de la agencia” y construir “un módulo de aterrizaje seguro y sostenible que devolverá a los estadounidenses a la superficie de la Luna, esta vez para permanecer”.

Por otra parte, la Nasa anunció el pasado 22 de octubre que buscará lanzar en febrero del próximo año su misión no tripulada Artemis 1, la primera etapa del plan de Estados Unidos para volver a llevar humanos a la Luna.