La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa), la principal agencia de programas espaciales e investigación aeronáutica del gobierno estadounidense, aseguró recientemente que la constelación de satélites de la compañía SpaceX –liderada por el multimillonario Elon Musk– representa un riesgo para futuras misiones espaciales.

En enero del año pasado SpaceX superó el millar de satélites en órbita como estrategia para acelerar la consolidación de su proyecto de internet global denominado Starlink. Durante el 2021, la compañía aeroespacial lanzó centenares de nuevos satélites que buscan ofrecer acceso a Internet desde el espacio, especialmente en territorios rurales en los que la conexión de fibra o cable no ha llegado o llega de manera insuficiente.

El reportero del medio norteamericano CNBC, Michael Sheetz, compartió en su cuenta de Twitter varias imágenes de un documento en el que la agencia espacial manifiesta su preocupación por el plan de SpaceX para ejecutar el próximo lanzamiento de Starlink Gen2. De acuerdo con el documento, son varios los riesgos que implicará esta misión de la Nasa.

Entre los riesgos reseñados está la posibilidad de accidentes o colisiones con misiones científicas y tripuladas, fallas en la capacidad de maniobra, interferencia de los satélites con telescopios espaciales y terrestres, además de retrasos en el programa de lanzamiento.

El documento fue enviado a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), una agencia estatal de Estados Unidos encargada de regular las comunicaciones por radio, televisión, teléfono, satélite y cable. La Nasa le solicitó a dicha agencia que garantice que los lanzamientos de SpaceX no pongan en peligro, a largo plazo, futuras misiones espaciales.

El principal temor de la agencia espacial estadounidense es que la gran cantidad de satélites que ha enviado SpaceX al espacio puedan interferir en un futuro con los telescopios que permiten observar el clima terrestre, lo que podría suponer riesgos, incluso, para el proceso de detección de asteroides cercanos a la Tierra.

Cabe resaltar que el lanzamiento de una tanda de 49 satélites de la constelación Starlink, que se llevó a cabo con éxito el pasado 3 de febrero, se ha visto significativamente afectado por una tormenta geomagnética, según informó la compañía de Elon Musk.

Estas tormentas hacen que la atmósfera se caliente y que aumente la densidad atmosférica en las bajas altitudes de despliegue. De hecho, el GPS a bordo sugiere que la velocidad de escalada y la severidad de la tormenta hicieron que la resistencia atmosférica aumentara hasta un 50 % más que durante los lanzamientos anteriores.

¿Qué tan riesgosa es una tormenta geomagnética?

Tras detectarse la tormenta el pasado 4 de febrero, el equipo de Starlink ordenó a los satélites que entraran en un modo seguro en el que volarían de canto (como una hoja de papel) para minimizar el arrastre, para “protegerse de la tormenta” de manera efectiva, y continuó trabajando en estrecha colaboración con la Fuerza Espacial de Estados Unidos y LeoLabs para proporcionar actualizaciones sobre los satélites basadas en radares terrestres.

El análisis preliminar muestra que el aumento de la resistencia a bajas altitudes “impidió que los satélites abandonaran el modo seguro para comenzar las maniobras de elevación de la órbita, y hasta 40 de los satélites volverán a entrar o ya han vuelto a entrar en la atmósfera terrestre”.

Finalmente, la compañía aeroespacial SpaceX afirma que estos satélites que salen de órbita presentan un riesgo de colisión cero con otros satélites y, por diseño, desaparecen al volver a entrar en la atmósfera, lo que significa que “no se crean desechos orbitales y ninguna parte del satélite golpea el suelo”, informó la empresa.

*Con información de Europa Press.