Miembros del equipo científico internacional de la futura misión VERITAS de la Nasa han viajado a Islandia para utilizar la isla volcánica como sustituto o análogo de Venus.
En concreto, el equipo se ha dedicado a para probar tecnologías de radar que ayudarán a descubrir la verdad sobre el terreno del hoy inhóspito planeta gemelo de la Tierra, informa la Nasa.
Con su aplastante presión atmosférica, nubes de ácido sulfúrico y abrasadora temperatura superficial, Venus es un lugar especialmente desafiante para estudiar. Pero los científicos saben que observar su superficie puede proporcionar información clave sobre la habitabilidad y evolución de planetas rocosos como el nuestro.
Para obtener una perspectiva global de Venus mientras se mantiene muy por encima de su atmósfera infernal, la misión VERITAS (Venus Emissivity, Radio science, InSAR, Topografía y Espectroscopía) de la Nasa está programada para lanzarse dentro de una década para estudiar la superficie del planeta desde la órbita, descubriendo pistas sobre la naturaleza de su interior.
La misión VERITAS se basará en un radar de apertura sintética de última generación para crear mapas globales en 3D y un espectrómetro de infrarrojo cercano para distinguir entre los principales tipos de rocas en la superficie de Venus. Pero para comprender mejor lo que “verá” el radar de la nave espacial en el planeta, el equipo científico de VERITAS necesitaría comparar las observaciones de radar del terreno de Islandia desde el aire con las mediciones tomadas en tierra.
Durante la primera mitad de la campaña en Islandia en agosto, el equipo científico de VERITAS estudió los depósitos volcánicos de Askja y el campo de lava Holuhraun en las Tierras Altas de Islandia, una región activa que presenta rocas jóvenes y flujos de lava recientes. Para la segunda mitad, viajaron a la región volcánicamente activa de Fagradalsfjall en la península de Reykjanes, en el suroeste de Islandia. Los paisajes áridos y rocosos de ambos se asemejan a la superficie de Venus, que se cree rejuvenecida por el vulcanismo activo.
Volando en un avión de la agencia espacial alemana, DLR, a 6.000 metros sobre el suelo, el radar de apertura sintética recolectó datos en las bandas X y S. La longitud de onda más corta de los datos de la banda X (la radiofrecuencia que empleará VERITAS) permite el uso de una antena más compacta que la de la banda S, que fue utilizada por la misión Magallanes de la NASA para cartografiar casi toda la superficie de Venus a principios de los años 1990
Al observar la superficie en ambas bandas en Islandia, el equipo científico perfeccionará los algoritmos informáticos que ayudarán a VERITAS a identificar los cambios en la superficie de Venus que han ocurrido desde la misión de Magallanes. La detección de cambios en los últimos 40 años les permitirá identificar regiones clave de actividad geológica -como volcanes activos- en Venus.
Cabe destacar que un aspecto intrigante de Venus es su temperatura superficial. A pesar de ser el segundo planeta más cercano al Sol, Venus no es el más caliente debido a su espesa atmósfera de efecto invernadero. Las temperaturas en su superficie superan los 450 grados Celsius, lo que lo convierte en el planeta más caliente de nuestro sistema solar, incluso más caliente que Mercurio, que está más cerca del Sol.
El estudio de Venus ha sido un desafío para los científicos debido a estas condiciones extremas. Las sondas espaciales enviadas para investigar el planeta a menudo solo sobreviven durante un corto período de tiempo debido al calor y la presión extremos.
Sin embargo, a pesar de estas dificultades, la investigación en Venus ha proporcionado información valiosa sobre la evolución de la atmósfera y la geología planetaria.
*Con información de Europa Press.