Los avances de la tecnología ha traído consigo que los dispositivos móviles se conviertan en lo más usado por las personas en el día a día. Incluso, la inteligencia artificial (IA) también se ha involucrado en los aparatos tecnológicos. Un ejemplo de ello son los celulares iPhone, de la marca Apple, en los que se estarían integrando funciones de la IA y aprendizaje automático.

De hecho, han integrado a los nuevos modelos de iPhone 16, así como servirá en los iPad y Mac con procesadores M1 o superiores y en iPhone 15 Pro y Pro Max, una función denominada como Apple Intelligence. Esta novedad trae consigo la opción de Private Cloud Compute (PCC), una modalidad de computación en la nube que proporciona un entorno exclusivo y personalizado para las organizaciones que requieren un mayor control y seguridad sobre sus operaciones digitales.

Se trata de una tecnología desarrollada por Apple, la cual permite realizar tareas de procesamiento muy potente en la nube de forma segura y privada. Es decir, una ‘caja fuerte’ tan segura que ni ellos pueden acceder a la información personal de los usuarios.

Sin embargo, pese al nivel de seguridad que ofrecen, hay algo detrás de esta función: “en lugar de enviar datos personales directamente a servidores en la nube, el sistema utiliza una serie de técnicas de anonimización y encriptación para proteger la privacidad del usuario” sin colocar en riesgo lo que la persona hable con los chatbot o Siri, según el portal especializado en tecnología, Computer Hoy.

Apple Intelligence es una plataforma de inteligencia artificial. | Foto: 2024 Anadolu

A diferencia de la nube pública, donde los recursos se comparten entre múltiples usuarios o empresas, en una nube privada los recursos informáticos están dedicados íntegramente a una entidad. Esto permite un control total sobre la infraestructura, las políticas de seguridad y los datos, lo que la convierte en una opción preferida por organizaciones que manejan información sensible, como instituciones financieras, gobiernos y empresas de salud.

Este tipo de nube puede ser alojada internamente, en los servidores propios de la empresa, o en un centro de datos externo que esté completamente dedicado a dicha organización. Lo que lo diferencia de otros tipos de nube es que las operaciones y el mantenimiento son gestionados exclusivamente por el personal de la empresa o por un proveedor especializado que ofrece este servicio bajo una infraestructura independiente.

Apple presenta Apple Intelligence, su propia IA. | Foto: Getty Images

Otra ventaja clave es la personalización. En una nube privada, las empresas pueden adaptar su entorno a las necesidades específicas de su negocio. Esto incluye la capacidad de personalizar el hardware, los sistemas operativos y el software utilizado para gestionar las operaciones, lo que resulta en una mayor flexibilidad en comparación con las soluciones en la nube pública, que tienden a ser más genéricas.

Aunque se trata de una solución ideal para organizaciones que priorizan la seguridad, el control y la personalización. Empresas que manejan información confidencial, datos sensibles o que están sujetas a estrictas regulaciones, suelen encontrar en esta modalidad de nube un entorno más seguro y confiable. Sin embargo, antes de adoptar esta solución, las empresas deben evaluar si tienen los recursos necesarios para mantener y operar una nube privada de manera eficiente.