Los avances tecnológicos han permitido a los ciberdelincuentes reinventarse continuamente con nuevas técnicas y estrategias para atacar a los usuarios a través de internet, especialmente mediante redes sociales, páginas web y aplicaciones de mensajería. Su objetivo es obtener información sensible, como datos personales y financieros.
WhatsApp se ha convertido en una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas en todo el mundo, gracias a su interfaz sencilla y a la variedad de funciones que facilitan la comunicación, sin importar la distancia entre los usuarios. Con una buena conexión a internet, se pueden aprovechar todos sus beneficios.
Sin embargo, la plataforma, que diariamente intercambia fotos, videos, archivos y documentos, se ha convertido en un terreno fértil para todo tipo de estafas. Los ciberdelincuentes están constantemente al acecho, buscando formas de engañar a sus víctimas y llevar a cabo sus delitos.
Entre las diversas modalidades de estafa, una común es la falsa oferta de trabajo. En este esquema, se engaña a la persona haciéndole creer que ha sido seleccionada para el puesto de sus sueños, cuando en realidad es una artimaña para que proporcione sus datos personales sin pensarlo dos veces. Una vez obtenida la información, los datos pueden ser vendidos en la dark web o utilizados para suplantar identidades. Además, se pueden distribuir archivos con malware que causan daños en los teléfonos.
Generalmente, las estafas en WhatsApp se inician con un mensaje proveniente de un número desconocido, a menudo con un prefijo internacional que pasa desapercibido para muchos usuarios. Esto aumenta el riesgo de convertirse en víctima de estos delitos.
Para combatir este problema, el servicio de mensajería de Meta ha implementado funciones de privacidad que permiten a los usuarios controlar su cuenta, como la opción de desactivar las descargas automáticas de archivos para evitar estos fraudes. Sin embargo, los ciberdelincuentes no se detienen y emplean otras técnicas para obtener información personal.
Según el medio español Computer Hoy, especializado en tecnología, las autoridades han emitido una alerta sobre el aumento de estafas relacionadas con la difusión de imágenes íntimas, una práctica que podría intensificarse con el auge de la inteligencia artificial (IA) generativa.
En estos casos, el destinatario recibe un mensaje en el que se le amenaza con la publicación de fotografías comprometedoras si no cumple con las demandas de los estafadores. En este momento, la víctima se ve obligada a ceder a la extorsión realizada a través de WhatsApp.
Los delincuentes suelen pedir dinero a cambio de no publicar las imágenes, pero el verdadero peligro radica en que también solicitarán las credenciales bancarias para vaciar las cuentas de las víctimas. Además, pueden enviar un enlace malicioso que, al abrirse, instala malware en el dispositivo para jaquearlo o redirige a una página web falsa para robar credenciales.
Los expertos recomiendan que, en caso de ser víctima de estas estafas, lo primero que se debe hacer es denunciar a las autoridades correspondientes y no ceder a las exigencias de los ciberdelincuentes.