Cuando encendemos un carro, es común tener la tentación de acelerarlo de inmediato para que el motor entre en funcionamiento rápidamente. Sin embargo, acelerar un carro justo después de encenderlo no es una práctica recomendada y puede tener consecuencias negativas tanto para el vehículo como para la seguridad del conductor.
Razones por las cuales no se debe acelerar un carro al encenderlo
- Lubricación insuficiente: cuando un carro está apagado, el aceite se asienta en el cárter del motor. Al acelerar bruscamente inmediatamente después de encenderlo, el aceite no tiene suficiente tiempo para circular y lubricar adecuadamente todas las partes del motor. Esto puede provocar un desgaste excesivo de las piezas y aumentar el riesgo de daños internos en el motor a largo plazo.
- Desgaste prematuro del motor: al acelerar rápidamente al encender el carro, se someten las partes móviles del motor, como los pistones, las bielas y los cojinetes, a fuerzas y tensiones innecesarias. Esto puede causar un desgaste prematuro de estas piezas y afectar su vida útil. Un motor que se somete regularmente a arranques bruscos puede experimentar problemas como pérdida de potencia, consumo de aceite excesivo y una vida útil reducida.
- Daños en el sistema de escape: al acelerar el carro al encenderlo, el flujo de gases de escape puede aumentar rápidamente. Esto puede someter al sistema de escape a temperaturas elevadas antes de que el motor alcance su temperatura de funcionamiento normal. Estos cambios rápidos de temperatura pueden causar daños en los componentes del sistema de escape, como el tubo de escape y el convertidor catalítico.
- Mayor consumo de combustible: al acelerar bruscamente al encender el carro, el motor entra en un estado de alta demanda de combustible sin haber alcanzado su temperatura de funcionamiento óptima. Esto puede resultar en un mayor consumo de combustible, ya que el motor no está operando de manera eficiente. Además, puede llevar más tiempo para que el motor alcance su temperatura de funcionamiento normal, lo que resulta en un consumo innecesario de combustible durante ese período.
- Riesgo de accidentes: acelerar un carro al encenderlo puede aumentar el riesgo de accidentes, especialmente si se hace en un espacio confinado o en una situación de tráfico. El motor recién encendido puede no estar lo suficientemente estable como para responder de manera adecuada y rápida a las acciones del conductor. Esto puede afectar la capacidad de maniobra y el tiempo de respuesta del conductor, aumentando el riesgo de colisiones o situaciones peligrosas en la vía.
Entonces, ¿cuál es la mejor práctica al encender un carro? Lo más recomendable es darle al motor unos segundos para que se estabilice y el aceite comience a circular antes de comenzar a conducir. Esto permite que el aceite lubrique adecuadamente todas las partes móviles del motor y ayuda a que el vehículo funcione de manera más eficiente y duradera.
Además, al iniciar la conducción de manera suave y gradual, se reduce el riesgo de desgaste innecesario y se favorece un rendimiento óptimo del motor.
En resumen, acelerar un carro justo después de encenderlo no es una práctica recomendada. Esto puede llevar a una lubricación insuficiente, desgaste prematuro del motor, daños en el sistema de escape, mayor consumo de combustible y riesgos de seguridad. Es mejor permitir que el motor se estabilice y el aceite circule adecuadamente antes de comenzar a conducir. Al hacerlo, se promueve un funcionamiento más eficiente, se reducen los riesgos de daños y se prolonga la vida útil del vehículo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.