Las redes Wifi domésticas traen consigo un tema importante que las personas deben tener en cuenta con su uso y es la seguridad, debido al alto riesgo y vulnerabilidad que representa ante los ciberdelincuentes. Con el creciente uso de dispositivos conectados, la necesidad de proteger las redes del hogar nunca ha sido más importante.

Diversos elementos pueden influir en la calidad de la señal Wifi en el hogar. Uno de los aspectos más relevantes es la posición del router. Ubicarlo en un punto central y en un lugar elevado puede optimizar la cobertura en toda la vivienda. Asimismo, es fundamental minimizar obstrucciones como paredes gruesas o la proximidad de electrodomésticos, ya que estos pueden generar interferencias y reducir la eficiencia de la señal.

Una buena conexión a internet facilita el acceso a una amplia gama de funciones. | Foto: Getty Images

Sin embargo, el uso de credenciales predeterminadas proporcionadas por el proveedor de internet suelen incluir nombres de red (SSID) genéricos y contraseñas simples o de fácil acceso, permitiendo que los ciberdelincuentes puedan encontrar bases de datos públicas o mediante software especializado.

Por ello, la configuración del router resulta crucial para evitar que situaciones de riesgo ocurran. Por ejemplo, un estudio del Fraunhofer Institute, realizado en 2020, reveló que la mayoría de los routers domésticos a nivel mundial tienen fallas de seguridad significativas. Esto se debe principalmente a la ausencia de actualizaciones en el firmware y al empleo de contraseñas poco seguras.

El firmware es el software que controla las funciones básicas de un router, gestionando el tráfico de datos entre los dispositivos conectados y la red de internet. Los fabricantes lanzan periódicamente actualizaciones para este software con el objetivo de mejorar su rendimiento, solucionar errores y, lo más importante, corregir vulnerabilidades de seguridad detectadas.

Los atacantes cibernéticos suelen explotar estas brechas de seguridad para llevar a cabo una variedad de acciones maliciosas, como robar información personal, interceptar contraseñas o incluso usar la red comprometida para actividades ilegales. Por ello, mantener el firmware actualizado es una de las medidas más efectivas para prevenir estos problemas.

Los routers wifi facilitan la conexión a Internet. | Foto: Getty Images

Además, un router desactualizado puede ser utilizado como parte de una red de bots (botnet), un conjunto de dispositivos comprometidos que los atacantes emplean para lanzar ataques masivos, como el colapso de servidores a través de DDoS (ataques de denegación de servicio). En este caso, el propietario del router no solo está en riesgo, sino que su equipo se convierte en una herramienta para dañar a otros.

Y es que dichas actualizaciones suelen incluir, además, mejoras en la estabilidad y velocidad del router, por lo que un dispositivo desactualizado puede experimentar caídas en la conexión, menor alcance de la señal o problemas para manejar múltiples dispositivos conectados.

Algo a tener en cuenta es que, no todos los dispositivos tienen esta capacidad, especialmente los modelos más antiguos. En estos casos, es responsabilidad del usuario revisar regularmente el sitio web del fabricante para descargar las actualizaciones más recientes y aplicarlas siguiendo las instrucciones proporcionadas.

Sin dejar de lado que las personas deben estar alerta para el reemplazo del router cada cierto tiempo, especialmente si el modelo ya no recibe soporte técnico o actualizaciones de seguridad. Invertir en un dispositivo moderno y seguro es una medida que puede proteger no solo la conexión a internet, sino también la información personal almacenada en los dispositivos conectados.