La creencia en la segunda venida de Jesucristo a la Tierra es un tema central en religiones como el cristianismo. A lo largo de los siglos, la idea de que Cristo regresará por segunda vez, se ha convertido en fuente de esperanza para millones de creyentes en todo el mundo.

Sin embargo, es un evento que también ha generado preguntas y especulaciones sobre lo que podría ocurrir si ello realmente sucediera y si esto podría causar el fin del mundo.

Cabe precisar que la idea de que el Hijo de Dios vuelva a visitar la Tierra se basa en el Nuevo Testamento, donde se dice que Jesús prometió regresar.

En Mateo 24:30, Jesús dijo: “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”

Para algunos creyentes esas palabras representan una promesa de gran importancia.

Ilustración que representa la segunda venida de Cristo a la Tierra. | Foto: Bing Image Creator

¿Jesús causará el fin del mundo?

Algunas personas han interpretado que la segunda venida de Cristo sí marcaría el fin del mundo, tal como lo conocemos.

Esto se debe a que la presencia del hijo de Dios en nuestro mundo, desencadenaría una serie de eventos que conducirían a la transformación de la Tierra y la eliminación del mal.

Sin embargo, la inteligencia artificial (IA) de ChatGPT considera que en caso de darse ese escenario, dicha situación no necesariamente representaría el fin de la Tierra y de sus habitantes.

Ilustración creada por una inteligencia artificial del Apocalipsis. | Foto: Bing Image Creator

Juicio final y la restauración

La IA precisó que existen muchas interpretaciones en torno al retorno de Cristo a la Tierra y una de ellas sí está relacionada con el ‘juicio final’ o el apocalipsis.

Se cree que en ese momento las personas serán juzgadas por sus acciones y sus corazones. En ese sentido, se piensa que aquellos que han aceptado a Jesús como su salvador y han vivido de acuerdo con sus enseñanzas tendrían como recompensa la vida eterna en el reino de Dios.

Pero, quienes han tomado un camino diferente tendrían que enfrentar las consecuencias por toda la eternidad.

En ese sentido, ChatGPT resaltó que el retorno de Jesús a la Tierra no necesariamente traería destrucción, pues podría darse un proceso de restauración en creación. Este argumento se basa en pasajes bíblicos como Isaías 11:6-9, que describe un tiempo en el que “el lobo morará con el cordero y el leopardo se echará con el cabrito”.

Ilustración sobre el fin del mundo, según el Apocalipsis. | Foto: Bing Image Creator

Según la interpretación de la inteligencia, dichas palabras sugieren el surgimiento de un mundo sin corrupción o decadencia y por ello la paz y la armonía reinarían.

La batalla del Armagedón: el fin del mal

El chatbot también señala que otra perspectiva, la cual propone que antes de la restauración del mundo, la segunda venida de Jesús estaría precedida por una gran batalla en el valle de Armagedón. En dicho conflicto, Cristo lideraría los ejércitos celestiales en un enfrentamiento contra las fuerzas del mal.

Esa batalla terminaría con la victoria del Hijo de Dios sobre el mal y la total erradicación de la maldad en la Tierra.

¿Cristo en un mundo moderno?

La IA también subrayó que las interpretaciones de la segunda venida de Jesús varían ampliamente, según las tradiciones religiosas. Mientras algunos creen que ese evento traerá una transformación dramática e inmediata del mundo, otros piensan que este proceso será más gradual.

Ilustración sobre la segunda venida de Cristo a la Tierra. | Foto: Bing Image Creator

Pero una de las cuestiones clave que destaca ChatGPT, es que ese evento sí significaría el fin del mundo físico. El chatbot argumenta esa tesis en que la mayoría de las interpretaciones no sostienen que la Tierra sería destruida en un sentido literal, sino que experimentaría una transformación y renovación.

Así las cosas, de ocurrir una segunda venida de Cristo, seguramente el mundo sufriría una importante transformación, sin embargo, ese cambio no necesariamente conduciría a la destrucción de la Tierra.