En algún momento de su vida, seguramente, han intentado estafarlo a través de llamadas, mensajes de texto, correos electrónicos o páginas web falsas. El objetivo de estos intentos de estafa es obtener sus datos personales para cometer actos delictivos que ponen en riesgo su seguridad en línea.
Los ciberdelincuentes han aprovechado el impacto de la tecnología en los últimos años para cometer todo tipo de engaños mediante dispositivos como celulares, computadoras y tablets. Estos dispositivos, esenciales para la comunicación actual, almacenan gran cantidad de información confidencial, como claves, números de tarjetas, contactos, correos electrónicos, archivos, fotos y videos. Esta información resulta muy atractiva para los criminales, ya que les permite cometer diversos ciberdelitos, que pueden incluir la eliminación, alteración o supresión de datos informáticos sin autorización y con fines económicos.
Diariamente se descubren nuevas modalidades de operación de los ladrones. Recientemente, el diario español elEconomista.es expuso una de estas modalidades, informando que la Policía Nacional de España ha alertado sobre un nuevo modus operandi que busca desocupar las cuentas bancarias de los ciudadanos a través de una simple llamada telefónica. Un problema que ataca la región, pero también se ha expandido a diferentes países.
La estafa funciona de la siguiente manera: las víctimas reciben una llamada de un número desconocido, en la que se les ofrece un trabajo con buen pago y excelentes condiciones. Los estafadores persuaden a la persona pintándole el trabajo de sus sueños. Una vez han transmitido toda la información, le indican al afectado que guarde el número en su agenda y que luego le escriba por WhatsApp.
En este punto, el usuario ha caído en la trampa, y la estafa continúa a través de la aplicación de mensajería WhatsApp. La diferencia es que esta vez es el interesado en el empleo quien inicia la conversación, lo que distrae y hace pensar que no se trata de una comunicación sospechosa.
En ese contexto, al guardar el número en su agenda, no se puede ver el prefijo del país de origen, lo que suele ocurrir cuando hay una interacción desconocida. Una vez demostrado que el usuario está interesado en el supuesto empleo, los delincuentes darán una serie de instrucciones que pueden implicar la realización de tareas ilegales, lo que puede resultar acusaciones de complicidad en fraude.
Además, pueden aprovechar la oportunidad para obtener sus datos personales y bancarios a través de engaños, lo que significa que podrían acabar con sus ahorros y dinero.
Tenga en cuenta que los ciberdelincuentes están en constante ataque y, para evitar ser una víctima más, es importante estar al tanto de los modus operandi que utilizan y tomar medidas de seguridad que minimicen el riesgo de caer en estas trampas.
Lo primero a resaltar es que no se debe confiar en llamadas o mensajes de destinatarios desconocidos, especialmente si provienen de números extranjeros, dado que esto no augura nada bueno. Asimismo, no acepte dinero o premios prometidos, porque estas estrategias suelen ser un gancho para atrapar a la persona desde el primer momento y luego obtener el doble de dinero.