La exploración espacial avanza a pasos agigantados, y la sonda Parker de la NASA se prepara para romper otro récord histórico al acercarse más que nunca al Sol. La misión, lanzada el 12 de agosto de 2018, tiene como objetivo desentrañar los misterios de nuestra estrella más cercana mientras enfrenta condiciones extremas.
Una misión pionera: el viaje de Parker hacia la corona solar
Desde su lanzamiento, la sonda Parker ha atravesado la corona del Sol, esa atmósfera exterior visible durante los eclipses solares totales. Este hito marcó un logro histórico en la exploración espacial al permitir a los científicos observar de cerca uno de los fenómenos más fascinantes del cosmos.
Este martes 24 de diciembre, la nave tiene programado un nuevo paso crucial: acercarse a solo 6 millones de kilómetros (3,8 millones de millas) de la superficie solar. En ese momento, si el Sol y la Tierra estuvieran en extremos opuestos de un campo de fútbol, Parker “estaría en la línea de 4 yardas”, dijo Joe Westlake de la NASA.
Tecnología de vanguardia para enfrentar el calor extremo
La sonda Parker no solo es la nave más rápida jamás construida, alcanzando velocidades de hasta 690.000 kilómetros por hora, sino que también cuenta con un avanzado escudo térmico capaz de resistir temperaturas de hasta 1.371 grados Celsius (2.500 Fahrenheit).
Estas innovaciones tecnológicas permiten que Parker sobreviva y opere en condiciones que desafían cualquier límite conocido.
Aunque el sobrevuelo promete información sin precedentes, la comunicación con la nave se interrumpirá durante el acercamiento, y los resultados serán analizados días después. La misión continuará orbitando el Sol a esta distancia récord hasta septiembre próximo, brindando a los científicos la oportunidad de investigar fenómenos como el viento solar y las altas temperaturas de la corona, que superan por cientos de veces la de la superficie del Sol.
Impacto solar en la Tierra y el ciclo de 11 años
Además de desentrañar secretos sobre el viento solar y las tormentas solares, la misión Parker busca comprender mejor el papel del Sol en la vida terrestre. Aunque el calor del Sol permite la vida en la Tierra, las tormentas solares severas pueden interrumpir comunicaciones y redes eléctricas, recordando la dualidad de este vecino cercano.
Actualmente, el Sol se encuentra en la fase máxima de su ciclo de 11 años, un período que ha provocado auroras espectaculares en lugares inesperados del planeta. Este fenómeno resalta la importancia de seguir estudiando la estrella que sostiene la vida en la Tierra y comprender cómo afecta nuestras actividades cotidianas.
La sonda Parker, con su valentía tecnológica y su capacidad para soportar el desafío solar, promete seguir revolucionando la forma en que entendemos al Sol y su influencia en el cosmos.
“Es nuestro vecino más cercano y amigable”, dijo Westlake, “pero también a veces es un poco enojón”.
*Con información de AP.