El lenguaje no solo es un medio de comunicación, sino también un reflejo de los estados emocionales. Por ejemplo, ciertas palabras parecen repetirse en el vocabulario de personas que se sienten insatisfechas o infelices. Estas palabras, aunque simples, parecen ser claves en la percepción y expresión de emociones negativas, limitantes o autocríticas.

La forma en que las personas expresan sus pensamientos y emociones a través de palabras puede revelar mucho sobre su bienestar emocional. Psicólogos y expertos en salud mental sostienen que el uso constante de términos negativos o limitantes puede influir directamente en la autopercepción y en la forma en que se afrontan las dificultades.

La inteligencia artificial, al analizar grandes cantidades de texto en redes sociales, diarios personales y estudios de lenguaje, ha identificado una serie de palabras que parecen predominar en las conversaciones de personas que expresan sentimientos de tristeza o frustración.

Las cinco palabras más utilizadas por las personas infelices

Los resultados arrojaron un conjunto de palabras que se repiten con frecuencia en personas que tienden a expresar malestar emocional. Estas palabras podrían ser una señal de alerta temprana sobre el bienestar de alguien, reflejando patrones de pensamiento que perpetúan estados de ánimo negativos.

1. “Nunca”

Esta palabra se ha identificado como una de las más recurrentes en el lenguaje de personas que expresan insatisfacción. Su uso refleja una visión extrema y definitiva sobre ciertas situaciones o aspectos personales. Al emplear “nunca”, las personas suelen proyectar una falta de esperanza y una percepción de que algo no puede mejorar, como en expresiones del tipo “nunca soy suficiente” o “nunca me salen bien las cosas”.

Los expertos señalan que este tipo de lenguaje absoluto genera una visión de túnel que hace que las personas se sientan atrapadas y sin opciones. Cambiar “nunca” por expresiones más abiertas, como “a veces” o “en ocasiones”, podría contribuir a reducir la sensación de fatalidad y abrir la puerta a una mentalidad de crecimiento.

Estas palabras podrían ser una señal de alerta temprana sobre el bienestar de alguien. | Foto: derechos de autor no

2. “Siempre”

Al igual que “nunca”, “siempre” es otra palabra absoluta que tiende a generalizar experiencias o problemas. En el caso de personas infelices, “siempre” suele utilizarse para expresar autocrítica o frustración, como en frases de tipo “siempre fallo” o “siempre me sale mal”. Este tipo de expresión no solo refuerza una visión negativa de la realidad, sino que también exagera la frecuencia o gravedad de los problemas.

Su repetición suele estar relacionada con el pensamiento catastrófico, un sesgo cognitivo que puede generar una visión desproporcionada de la realidad. Identificar esta tendencia y cambiar el lenguaje por expresiones como “a menudo” o “con frecuencia” podría ayudar a ver las dificultades con una perspectiva más equilibrada.

3. “No puedo”

“No puedo” es una de las frases más limitantes en el vocabulario de las personas. Su uso frecuente denota una percepción de incapacidad o de falta de control sobre las propias circunstancias. Las personas que utilizan “no puedo” tienden a sentirse impotentes o atrapadas en su situación, lo que se traduce en una menor disposición para intentar cambiar o mejorar.

Identificar esta tendencia y cambiar el lenguaje por expresiones como “a menudo” o “con frecuencia” podría ayudar a ver las dificultades con una perspectiva más equilibrada. | Foto: Getty Images

Esta frase limita la capacidad de crecimiento personal, pues refleja una visión de sí mismo marcada por la autolimitación y la falta de confianza. Psicólogos sugieren sustituir “no puedo” por frases como “estoy en proceso” o “intentaré” para fomentar una mentalidad más abierta y reducir la frustración.

4. “Debería”

“Debería” es una palabra que, si bien puede sonar inofensiva, refleja una serie de expectativas internas o externas que, en muchos casos, no se cumplen. Las personas que la usan constantemente suelen imponerse estándares altos o creer que no están cumpliendo con las expectativas propias o de los demás, lo cual provoca sentimientos de culpa y de insuficiencia.

Los expertos en psicología señalan que el uso de “debería” tiende a alimentar el ciclo de la autocrítica y la insatisfacción. Reemplazar esta palabra por una expresión más permisiva, como “me gustaría” o “quisiera”, permite reducir la presión y generar una autoevaluación más realista y menos crítica.

5. “Ojalá”

Finalmente, “ojalá” es una palabra que, aunque a menudo se asocia con la esperanza, en el contexto de la infelicidad refleja anhelos insatisfechos o aspiraciones inalcanzables. Las personas infelices suelen utilizar “ojalá” para expresar deseos o metas que perciben como difíciles o imposibles de alcanzar, lo cual refuerza la sensación de frustración.

El uso constante puede indicar una mentalidad que delega el poder de cambio en factores externos, en lugar de motivar la acción. Cambiar “ojalá” por expresiones como “voy a trabajar para” o “intentaré” permite asumir un rol más activo y contribuye a una mayor sensación de control y realización personal.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.