La relación entre las fechas de nacimiento y las características emocionales de las personas es un tema que ha despertado la curiosidad de muchos. Aunque en ocasiones se asocia a factores astrológicos, más allá de las estrellas se considera que el comportamiento tiene patrones interesantes entre los meses de nacimiento y las emociones negativas, como el rencor y el odio.
Sin embargo, el avance de la inteligencia artificial (IA) ha llevado a explorar patrones de comportamiento asociados con la fecha de nacimiento. SEMANA recurrió a ChatGPT, el chatbot de inteligencia artificial, para indagar sobre cuáles serían las personas nacidas en ciertos meses del año que tendrían más probabilidades de experimentar emociones como el rencor y el odio.
En particular, CHATGPT señaló que aquellos nacidos en los meses más fríos del año, como noviembre, diciembre y enero, tendrían una mayor tendencia a experimentar sentimientos de rencor y, en algunos casos, odio. Aunque esta relación no es determinante y varía de un individuo a otro, existen explicaciones psicológicas que podrían justificar este patrón.
El nacimiento en los meses de invierno suele estar asociado con menos luz solar y temperaturas más bajas, influyendo en los niveles de serotonina, un neurotransmisor clave en la regulación del ánimo. La falta de luz solar durante estos meses, en especial, puede desencadenar el denominado “trastorno afectivo estacional”, que lleva a las personas a sentirse más deprimidas, irascibles y, en algunos casos, resentidas.
Los nacidos en estas estaciones podrían estar más inclinados a internalizar sus frustraciones y transformarlas en sentimientos de rencor hacia quienes perciben como una amenaza o quienes los han hecho sentir menospreciados.
En los meses más fríos, la tendencia a la introspección es mayor, lo que también puede contribuir a que se reviertan los recuerdos y las emociones no resueltas, intensificando sentimientos negativos.
Además de los factores biológicos, el contexto social y cultural juega un papel importante en la formación de estas emociones.
En diciembre, por ejemplo, se celebran numerosas festividades, como la Navidad y el Año Nuevo, que a menudo conllevan expectativas de felicidad, unión familiar y prosperidad. Sin embargo, para algunas personas, estas festividades pueden ser un recordatorio de lo que no tienen, de las relaciones familiares disfuncionales o de los fracasos personales, lo que provoca sentimientos de frustración, enojo y, eventualmente, rencor.
La presión social para estar felices y rodeados de seres queridos esta temporada puede agravar la situación de quienes atraviesan momentos difíciles. Por otro lado, la llegada del nuevo año puede traer consigo una reflexión amarga sobre lo no logrado, lo que refuerza la sensación de odio hacia aquellos que, en su percepción, tienen lo que ellos desearían.
Estos factores estacionales y sociales combinados contribuirían a que las personas nacidas en estos meses experimenten con mayor intensidad el rencor y el odio.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.