Las plataformas de correo electrónico han desempeñado un rol esencial en la transformación de la comunicación personal y profesional. Un claro ejemplo de ello es Gmail, el servicio de correo gratuito desarrollado por Google, que ha revolucionado la manera en que las personas se conectan. Este servicio no solo es fundamental para los usuarios individuales, sino que también se ha consolidado como una herramienta imprescindible para las empresas.

Desde su lanzamiento, Gmail ha experimentado un crecimiento vertiginoso, superando los 1.5 mil millones de usuarios activos a nivel mundial. A lo largo de los años, ha incorporado funciones que van más allá del simple envío y recepción de correos electrónicos, convirtiéndose en una plataforma integral de productividad.

Su función principal sigue siendo la gestión de correos electrónicos. La plataforma permite enviar, recibir y organizar mensajes de manera eficiente. Su interfaz intuitiva, junto con la integración de otras aplicaciones de Google como Google Calendar y Google Drive, ha convertido a Gmail en una plataforma ideal para el día a día. Además, la posibilidad de gestionar múltiples cuentas desde una única interfaz resulta particularmente útil para quienes manejan diversas direcciones de correo.

Las plataformas de correo electrónico son utilizadas por delincuentes para estafar. | Foto: Getty Images

A pesar de su utilidad, Gmail también se ha convertido en un blanco frecuente de ciberataques. La facilidad para crear direcciones falsas o anónimas ha permitido que los atacantes se infiltren con mayor facilidad en sistemas y redes. Uno de los métodos más comunes utilizados por los ciberdelincuentes es el phishing, que consiste en engañar a los usuarios para obtener información personal o sensible.

A través de correos electrónicos fraudulentos que aparentan provenir de fuentes confiables, los criminales buscan que el destinatario haga clic en enlaces maliciosos o descargue archivos infectados. Una variante más sofisticada de este ataque es el spear phishing, que se caracteriza por personalizar el mensaje dirigido a un individuo o grupo específico.

Otro tipo de ataque frecuente es la suplantación de identidad, en la que los delincuentes se hacen pasar por una entidad confiable, como una empresa o un compañero de trabajo, con el objetivo de engañar a la víctima para que realice acciones indebidas, como transferir dinero o divulgar información confidencial.

Medidas de seguridad frente a correos sospechosos

Ante la llegada de correos sospechosos, lo primero que se debe hacer es verificar la autenticidad del mensaje. Para ello, es recomendable contactar a la persona o entidad que supuestamente envió el comunicado, siempre utilizando un canal seguro y oficial, como el número de teléfono o el sitio web oficial de la organización. Es importante evitar utilizar los datos de contacto proporcionados en el correo electrónico sospechoso.

Si el mensaje solicita descargar o instalar algún programa o aplicación, lo más adecuado es no hacerlo, ya que podría tratarse de un intento de instalar malware en el dispositivo. Igualmente, muchos correos fraudulentos contienen errores ortográficos y gramaticales, lo que puede ser una señal de que el mensaje no proviene de una fuente confiable. Las organizaciones legítimas suelen revisar cuidadosamente sus comunicaciones.

Delincuentes estarían estafando a usuarios de Gmail. | Foto: Sy

En caso de recibir un correo fraudulento, lo recomendable es reportarlo. Muchas empresas cuentan con mecanismos para denunciar correos de phishing y evitar que otros usuarios caigan en el mismo engaño.

A pesar de ser una herramienta esencial para la comunicación moderna, Gmail no está exento de riesgos. Mantenerse alerta y seguir buenas prácticas de seguridad son pasos fundamentales para protegerse de los ataques cibernéticos, que cada vez más buscan explotar las vulnerabilidades de las plataformas de correo electrónico.