Gmail es uno de los servicios de correo electrónico más importantes en el mundo digital actual. Proporcionado de forma gratuita por Google, es utilizado diariamente por millones de personas debido a su amplia gama de funcionalidades, que permiten el intercambio eficiente de información a través de documentos y archivos. Aunque es una herramienta más empleada en contextos profesionales, como educativos y laborales, también se utiliza para fines personales. Sin embargo, cuando se trata de correos empresariales, es fundamental tener en cuenta ciertos aspectos que los diferencian de los correos personales.

¿Qué es un correo corporativo?

El correo corporativo es una herramienta clave para la comunicación profesional en cualquier organización. Consiste en una dirección de creada específicamente para el uso laboral, con el objetivo de mantener una comunicación clara, segura y profesional entre empleados, clientes y socios. Aunque es una herramienta valiosa para la productividad, también debe utilizarse con precaución, ya que implica riesgos relacionados con la seguridad, privacidad y reputación empresarial.

Gmail es una aplicación de correo electrónico ampliamente usada en el mundo. | Foto: Jakub Porzycki/NurPhoto

El uso incorrecto del correo corporativo puede abrir la puerta a diversos riesgos, convirtiéndolo en un objetivo para ciberdelincuentes. Aunque las cuentas corporativas cuentan con medidas avanzadas de protección, no están exentas de ciberataques, phishing o malware. Asimismo, cualquier filtración de información confidencial puede tener consecuencias graves, ya que compartir datos fuera de un entorno seguro o con personas no autorizadas puede poner en peligro proyectos, secretos comerciales o información sensible de clientes.

Errores a evitar al usar el correo corporativo

  • Usar el correo para fines personales: Enviar mensajes a familiares o amigos desde una cuenta corporativa puede mezclar la vida personal con la profesional, lo que podría generar problemas si el contenido es considerado inapropiado o violatorio de las políticas internas de la empresa.
  • Suscripciones a plataformas y servicios en línea: Al registrarse en nuevos servicios en línea, generalmente se requiere una dirección de correo electrónico para crear una cuenta y acceder a sus funciones. Sin embargo, suscribirse con un correo corporativo puede resultar en el envío de spam, malware o una sobrecarga en la bandeja de entrada. Igualmente, estas prácticas podrían exponer a la empresa a posibles amenazas de seguridad.
El correo electrónico ofrece una comunicación rápida y confiable. | Foto: © 2020 SOPA Images
  • Enviar información sin encriptar: Compartir información confidencial a través del correo corporativo sin aplicar medidas de seguridad es un riesgo considerable. Datos sensibles, como contraseñas, secretos comerciales, información financiera o datos de clientes, deben enviarse exclusivamente por canales seguros y siguiendo las políticas de protección de datos de la empresa.
  • Enviar contenido inapropiado: Enviar correos con contenido ofensivo, difamatorio, discriminatorio, vulgar o acosador es una violación clara de las políticas empresariales. En muchos casos, estas acciones también pueden ser consideradas delitos legales.

El uso responsable y consciente del correo corporativo es clave para proteger tanto la información interna como la imagen y reputación de la empresa. Esta herramienta debe contribuir al cumplimiento de las metas profesionales y no convertirse en una fuente de vulnerabilidad. Por ello, es fundamental utilizarla de manera adecuada, respetando las normas y políticas establecidas para evitar problemas que puedan tener consecuencias graves.