Ante la creciente ola de tecnología y los avances que ha traído con ella, es común que los hogares estén llenos de electrodomésticos y dispositivos electrónicos que le facilitan la vida diaria a las personas. Sin embargo, su uso podría representar ciertos riesgos en la seguridad de la vivienda, y en casos extremos, la integridad de los familiares.
Este tipo de riesgos pueden surgir cuando se conectan varios electrodomésticos a la misma toma de corriente o circuito, lo que daría como resultado un consumo excesivo de energía que sobrepasa la capacidad del sistema eléctrico, lo que no solo puede dañar los aparatos, sino también provocar incendios. Las sobrecargas pueden instantáneamente afectar todos los elementos del hogar o los que se encuentren conectados a la pared.
Primero, la definición de una sobrecarga eléctrica tiene qué ver con el flujo de corriente excedente con relación a la carga eléctrica de funcionamiento habitual; es decir en caso de presentarse un exceso de carga, esta pasará a través de los conductores y circuitos, excediendo la capacidad del sistema. Son dos los tipos de sobrecarga: transitorias, que duran mili segundos, y las continuas, provocadas por una mala instalación.
La clave para evitar este tipo de situaciones es distribuir adecuadamente los electrodomésticos entre los distintos circuitos de la casa. Conectar demasiados aparatos que consumen mucha energía en un solo circuito puede causar problemas. A continuación, se detallan algunos de los electrodomésticos que, debido a ciertas características, no deberían conectarse juntos.
Electrodomésticos que nunca deberían conectarse juntos
Los electrodomésticos de cocina como la licuadora, horno de microondas, olla de cocción, cafetera y licuadora, así como secadores de pelo o calentadores eléctricos son algunos dispositivos que no solo pueden sobrecargar los circuitos eléctricos si se conectan conjuntamente, sino además tienen un gran consumo de energía.
Adicionalmente, computadoras, televisores, pantallas y equipos de sonido junto a un enchufe con aquellos elementos como refrigeradores o máquinas de lavado son sensibles a variaciones de voltaje, lo que puede dañar los componentes internos y acortar su vida útil.
Por su parte, otro detonante es el hecho de que estos aparatos no sean compatibles entre sí debido a la frecuencia o al tipo de corriente que usan, provocando interferencias eléctricas o electromagnéticas que pueden afectar el funcionamiento de dispositivos cercanos.
Los cables de alimentación dañados también podrían representar un peligro de incendio o una descarga eléctrica, sin contar que los circuitos eléctricos caseros solo soportan una cierta cantidad de carga, si se conectan demasiados aparatos en un mismo circuito.
Consejos para prevenir sobrecargas eléctricas
Para evitar problemas de sobrecarga, es recomendable seguir algunos consejos básicos:
- Uso de regletas con protección: Las regletas con protección contra sobretensiones pueden ser útiles, pero no deben sobrecargarse. Además, es importante utilizarlas solo con electrodomésticos de bajo consumo.
- Instalación de circuitos adicionales: Si se detecta que ciertos circuitos están sobrecargados con frecuencia, podría ser necesario instalar circuitos adicionales en el hogar. Un electricista calificado puede evaluar el sistema y realizar las modificaciones necesarias.
- Desconectar aparatos cuando no se usan: Esto no solo ayuda a reducir el riesgo de sobrecarga, sino que también ahorra energía. Electrodomésticos como el microondas, la televisión y las computadoras continúan consumiendo energía incluso cuando están en modo de espera.
- Revisión periódica del sistema eléctrico: Es fundamental realizar inspecciones regulares del sistema eléctrico de la casa, especialmente si es una vivienda antigua. Los cables y enchufes desgastados pueden aumentar el riesgo de sobrecarga.