Los teléfonos celulares y algunos dispositivos móviles se han convertido en la mano derecha de muchas personas para su trabajo, educación y labores diarias, por lo que cuesta mucho desprenderse de ellos y por ende, suelen llevarse o dejarse en lugares en los que puede correr peligro de dañarse o puede poner en riesgo la salud o integridad de sus dueños.
La higiene es una de las preocupaciones de algunos expertos, pues hay prácticas que dejan mucho que desear a la hora de manipular estos aparatos y, que sin percatarse, podría significar un elevado riesgo de contraer una enfermedad o una infección.
Lugares a los que no hay que llevar el celular
El primer lugar al que las personas no deberían llevar su celular o sus dispositivos móviles es el baño, pues hay diferentes peligros tanto para la persona como para el propio aparato.
El primero, y más importante, es la posibilidad de que se impregne de las bacterias o virus que están presentes en este lugar. Así mismo, dejarlo en una superficie contaminada dentro de este espacio, bajar la cadena del inodoro o manipular las griferías sucias y luego volver a tomar el aparato, aun después de haberse lavado las manos, puede ser la puerta de entrada a diferentes enfermedades.
En un segundo plano está la posibilidad de que la tableta o celular se caiga en la ducha o al inodoro o que se moje y se dañe.
Otro de los lugares donde hay que tener sumo cuidado con los dispositivos móviles es la playa, un lugar llamativo y bastante atractivo para tomar fotos, grabar videos o para conversar por alguien a través de redes sociales; sin embargo, hay personas que dejan el celular expuesto al sol mientras deciden meterse al mar, una práctica bastante peligrosa para la salud de estos aparatos.
El sol y las altas temperaturas pueden afectar el funcionamiento de los celulares o tabletas y al mismo tiempo reducir el tiempo de vida útil de las baterías. Este mismo fenómeno se podría presentar si se decide guardarlo en la guantera del carro, un lugar en el que también se pueden alcanzar niveles de calor elevados.
Para quienes suelen acostarse revisando su celular dando una vuelta por redes sociales, esta es otra práctica muy peligrosa para los usuarios, pues en la gran mayoría de los casos se deja conectado a la pared al finalizar el día, lo que es un gran error.
Si se utilizan cargadores que no son muy confiables, este podría ser el detonante para causar un grave accidente como una pequeña explosión o un incendio, pues al dejarse debajo de la almohada o sobre las sábanas, se está orquestando un peligroso escenario que podría desencadenar en una tragedia.
La recomendación del fabricante Apple en este sentido es bastante clara: “No duermas sobre un dispositivo, adaptador de corriente o cargador inalámbrico, ni los coloques debajo de una manta, almohada o tu cuerpo, cuando esté conectado a una fuente de alimentación. (...) Mantenga su iPhone, el adaptador de corriente y cualquier cargador inalámbrico en un área bien ventilada cuando esté en uso o cargando”.
Así mismo, no se recomienda hablar por celular mientras este se está cargando; si es el caso, lo indicado es activar el altavoz y no acercar el aparato a la boca, pues el teléfono habrá estado en una superficie sucia o contaminada y por allí se podría permitir la entrada de bacterias al organismo.
Recuerde siempre realizar prácticas de aseo e higiene tanto a su dispositivo móvil como a las fundas o carcasas que utiliza, esto con el fin de evitar que se convierta en una fuente de contaminación o un elemento que ponga en riego la salud.