Desde la llegada de los teléfonos celulares hace muchos años, mantenerlos cargados se convirtió en una necesidad para acceder a todas sus funciones y herramientas, vitales para la comunicación actual.

Sin embargo, el uso excesivo y ciertas aplicaciones puede agotar la batería más rápido de lo esperado, lo que puede convertirse en un problema. En esos casos, lo más apropiado es conectar el teléfono al cable de carga para restablecer su funcionamiento.

Los expertos siempre han enfatizado en la importancia de adoptar buenos hábitos de carga para prolongar la vida útil del dispositivo y evitar daños prematuros que pueden representar un gasto considerable. Por ejemplo, una recomendación ampliamente aceptada es la regla del 20/80, que sugiere mantener la carga del móvil entre el 20% y el 80% para maximizar la capacidad de la batería.

Consumidores de tecnología buscan entender las razones detrás del cambio en la temperatura de los cargadores de sus dispositivos móviles. | Foto: Getty Images

Además, es crucial utilizar accesorios adecuados como el cable y el adaptador de corriente. El uso de cargadores piratas o no certificados puede resultar en una regulación incorrecta de energía, lo que podría dañar los componentes internos del equipo, según indican los profesionales.

Es común que los usuarios utilicen cables incorrectos por conveniencia o para mantener el teléfono encendido. A menudo, optan por cables más cortos por su facilidad de transporte, pero esta elección no siempre es la más adecuada.

Los riesgos de cargar el celular con un cable corto

Un aspecto crucial a tener en cuenta es que la correcta funcionalidad del celular no solo depende de la potencia del cargador, sino también de la longitud del cable, ya que de lo contrario pueden surgir implicaciones significativas.

Uno de los puntos que puede influir es la sobrecarga, puesto que los cables cortos pueden aumentar la temperatura en los extremos donde se conecta el smartphone y el adaptador de corriente. La falta de longitud restringe el flujo adecuado de corriente eléctrica, lo cual representa un riesgo de incendio grave.

Otro daño que puede ocurrir es el del dispositivo mismo, porque al usar un cable poco práctico, no se puede mover el móvil con facilidad, lo que puede causar tirones involuntarios. Estos tirones pueden dejar inservible el puerto de carga y desconectar las conexiones internas, lo cual eventualmente podría requerir reparaciones costosas en el futuro.

El uso de cargadores genéricos puede desgastar la batería del celular. | Foto: Getty Images

Ahora bien, más allá de los riesgos que implica el uso de un cable más corto para cargar el celular, existe una cuestión de limitaciones físicas que puede provocar lesiones. Algunos expertos señalan que cuando el cargador es más corto de lo habitual, puede restringir el movimiento del usuario, lo que resulta en posturas incómodas que pueden causar dolores musculares en el cuello, espalda y cintura, especialmente si se prolonga por periodos extensos de tiempo.

Además, un cable corto puede no afectar necesariamente el tiempo de carga del dispositivo, pero si no es un accesorio original, podría no cargar correctamente y tener conductores de menor calibre.