En la psicología del color, los tonos y matices pueden influir profundamente en la percepción humana. Los colores no solo afectan el estado de ánimo, sino que también inciden en la manera en que se percibe a una persona socialmente. A lo largo de la historia, ciertos colores han sido asociados con características específicas, incluidas aquellas relacionadas con la inteligencia. En este sentido, algunos colores han sido erróneamente vinculados a la falta de capacidad intelectual o a una percepción de menor habilidad cognitiva.
Colores elegidos por personas con menor capacidad intelectual
A lo largo del tiempo, se ha investigado cómo las personas utilizan la vestimenta como un medio de expresión y cómo ciertos colores pueden estar relacionados con diferentes rasgos de personalidad, incluidas las capacidades cognitivas. En este contexto, SEMANA consultó con una inteligencia artificial que analizó los colores comúnmente elegidos por personas con menor capacidad intelectual, según diversas teorías psicológicas y estudios de comportamiento.
En términos generales, las personas con menor capacidad cognitiva tienden a optar por colores más básicos, como el gris, el negro y el beige. Estas elecciones de color suelen asociarse con una tendencia a evitar la complejidad o la novedad. Se cree que quienes tienen una menor capacidad intelectual prefieren colores que les resulten familiares o fáciles de manejar, lo que refleja una inclinación por la simplicidad y la falta de desafío.
El gris: neutralidad y apatía
El gris es uno de los colores más frecuentes en el guardarropa de personas con menor capacidad intelectual. Este tono neutro puede interpretarse como una opción segura, sin riesgos, lo cual podría reflejar una tendencia a evitar decisiones complejas. Algunas teorías sugieren que quienes poseen una menor capacidad cognitiva optan por el gris para no llamar la atención ni ser percibidos como diferentes.
Desde un punto de vista psicológico, el gris también puede asociarse con la apatía o la falta de vitalidad. Las personas que eligen estos colores podrían estar menos motivadas a expresar una personalidad dinámica o vibrante, prefiriendo tonos que no generen una respuesta emocional intensa en los demás.
El negro: falta de originalidad
El negro es otro color comúnmente elegido por personas con menor capacidad intelectual, ya que se asocia con la formalidad y la seriedad, sin que necesariamente se comprenda su impacto emocional o psicológico. Además, puede simbolizar la falta de creatividad o el temor a expresarse de manera auténtica. En lugar de explorar una gama más amplia de colores que reflejen su individualidad, quienes poseen una menor capacidad cognitiva podrían sentirse más cómodos con la neutralidad de este tono.
Beige y tonos tierra: conformismo
Los colores beige y los tonos tierra son a menudo elegidos por personas con un nivel bajo de inteligencia, ya que se perciben como suaves y discretos. Estos tonos neutros y apagados pueden servir como una forma de ocultar la personalidad en lugar de destacarla, lo que refleja una actitud de conformismo. Además, el beige no suele asociarse con personalidades fuertes ni con el deseo de sobresalir, lo que podría ser un indicio de baja autoestima o de un deseo inconsciente de evitar la competencia social.
¿Son estas elecciones de color indicativas de falta de inteligencia?
Si bien existen investigaciones que sugieren que ciertos colores pueden estar vinculados a la personalidad y la capacidad cognitiva, es importante tener en cuenta que la elección de colores en la vestimenta no debe ser vista como un indicador absoluto de la inteligencia de una persona. La personalidad, las experiencias previas, la cultura y el entorno social también juegan un papel fundamental en las decisiones relacionadas con los colores de la ropa.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.