La freidora de aire es un electrodoméstico que ha venido ganando espacio en los hogares, gracias a que es un elemento práctico que permite la cocción y preparación de alimentos de manera rápida y sin mayor complejidad.
Su principal característica es que funciona haciendo circular aire muy caliente a alta velocidad, lo que permite la cocción de cada uno de los productos. Y, a pesar del nombre, no solo “fríe”, sino que facilita la preparación de los alimentos de diversas formas.
Sin embargo, se trata de un elemento con el que se debe tener cuidado en su uso. Por ejemplo, se recomienda utilizar un poco de aceite en aerosol con el objetivo de que toda la superficie se lubrique con poca grasa para que los alimentos no se peguen y se pueda obtener un mejor crujiente de los mismos y de esta forma evitar también la ingesta excesiva de grasas y, a la vez, es una forma de proteger el aparato.
Pero más allá de eso, se debe tomar precaución de no meter en su interior materiales que puedan quemarse y causar complicaciones como incendios. Se trata del aluminio, el plástico no apto para horno y el papel o cartón.
Aluminio
El papel aluminio no es recomendable en una freidora de aire debido a que genera varios riesgos. Por un lado, puede inflamarse al contacto con el elemento calefactor, aumentando el riesgo de incendio y, como si fuera poco, es posible que bloquee el flujo de aire caliente, lo que podría incidir en el buen funcionamiento del electrodoméstico.
Su uso puede interferir con los sensores y el mecanismo de calefacción, redundando en la vida útil de la freidora. En caso de que, por alguna razón, se use, nunca se debe cubrir toda la cesta con el papel de aluminio, ya que no permitirá la circulación del aire, lo que puede desembocar en cortocircuito.
Plástico: no apto para estos aparatos
El plástico, al ser un producto que no está diseñado para someterse a tan altas temperaturas, se quema con gran facilidad. Es un material que puede derretirse y contaminar los alimentos, así como adherirse al interior de la freidora, con el riesgo de dañarla.
Algunos plásticos no aptos para altas temperaturas desprenden tóxicos que contaminan los productos que se encuentran en la freidora. A esto se suma que puede ocasionar chispas o llama, generando accidentes y daños en el aparato. Por ello, antes cocinar con cualquier tipo de plástico, es determinante asegurarse de que sean verdaderamente aptos para ello, como la silicona de los moldes diseñados para estos electrodomésticos, por ejemplo.
Cartón o papel
Con el cartón y el papel sucede lo mismo, pues no son materiales aptos para este tipo de electrodomésticos. Al exponerse a esas altas temperaturas puede prenderse fuego, lo que representa un grave riesgo de incendio.
A meterse a las freidoras, el papel o cartón pueden desintegrarse, lo que ocasiona obstrucciones en el ventilador o en el elemento calefactor, lo que incide en la vida útil del aparato. A esto se suma que la presencia de estos materiales puede interferir con la circulación del aire, afectando la cocción uniforme de los alimentos.
Así las cosas, una de las recomendaciones es utilizar utensilios y materiales diseñados específicamente para freidoras de aire, como bandejas y papel para hornear, con el fin no solo de prevenir accidentes, sino de cuidar este electrodoméstico tan práctico y querido en los hogares y evitar complicaciones con los alimentos, lo que incide directamente en la salud.