Los casos de plagio por el mal uso de herramientas de inteligencia artificial se están volviendo cada día más comunes en las escuelas del mundo. En esta ocasión, dos alumnos fueron sancionados por un instituto debido al uso de manera incorrecta de una IA para desarrollar un proyecto sobre la historia de los Estados Unidos.
En ese momento, ambos estudiantes recibieron una nota reprobatoria por parte de su docente y una amonestación en su expediente educativo, pero, para brindarles una segunda oportunidad, se les permitió iniciar el proyecto de ceros y por separado para intentar levantar un poco la nota que les habían puesto por plagio.
Sus padres, por su parte, decidieron demandar a la escuela alegando que el castigo de la baja calificación y la “mancha” en el expediente es algo sumamente excesivo, considerando que en el manual escolar no reseñaba en ninguna parte que no se podía usar la IA para realizar trabajos escolares.
Un tribunal de los Estados Unidos decidió desestimar la demanda alegando que la escuela había demostrado con pruebas reales y certeras que los alumnos habían incumplido las reglas éticas y morales de la institución, empleando de mala manera la IA pese a que la misma institución ya les había enseñado como usarla.
El magistrado federal Paul Levenson, de los Estados Unidos, dijo en el juicio que pretendía anular los castigos del instituto contra los estudiantes, que las medidas tomadas por la institución frente al caso del plagio fueron totalmente justas y que los chicos debían asumir las consecuencias.
“Habían hecho trampa en un proyecto de Historia de Estados Unidos de AP al intentar hacer pasar como trabajo propio material que habían tomado de una aplicación de inteligencia artificial (IA) generativa. Aunque a los estudiantes se les permitió usar la IA para intercambiar ideas sobre temas e identificar fuentes, en este caso los estudiantes habían copiado y pegado indiscriminadamente texto de la aplicación de IA, incluidas citas de libros inexistentes (es decir, alucinaciones de IA)”, dijo Levenson.
Adicional a ello, el magistrado insistió en que la escuela ya les había proporcionado un material a los estudiantes en el que claramente se les reseñaba la “política escrita sobre deshonestidad académica y expectativas de IA” en donde se le mencionaba específicamente que no se podía usar herramientas de IA durante exámenes en clase, tareas o trabajos a menos que se les permita e instruya explícitamente.
Un precedente del pasado
Un estudiante de una escuela en Massachusetts, Estados Unidos, también había sido acusado por un instituto de haber empleado una herramienta de inteligencia artificial para realizar un trabajo que les habían asignado. El estudiante admitió haber empleado la herramienta de inteligencia artificial para generar algunas ideas y ponerla en su proyecto, pero, lo que no hizo fue citar todas estas frases en su trabajo, ocasionando que el instituto tomara esto como una muestra de deshonestidad académica por parte del alumno.
El promedio de ese estudiante estaba sobre 8,4 y, gracias a la falta que cometió empleando esta herramienta de inteligencia artificial sin citarla de manera directa, fue suspendido de la escuela por un tiempo y su promedio bajo a 7,8.