La NASA calcula que todavía no se han detectado unos 50 objetos cercanos a la Tierra de más de un kilómetro de diámetro, que podrían ser catastróficos para nuestra civilización en caso de impacto.
En una infografía recién publicada, con datos actualizados a 31 de agosto pasado, se estima que hay 14.000 asteroides de al menos 140 metros de diámetro que aún deben ser encontrados por los sistemas de defensa planetaria. Estas rocas podrían destruir una ciudad en caso de que impactaran contra el planeta.
La infografía señala que hay 32.000 asteroides cercanos a la Tierra conocidos, gracias en buena medida a más de 405 millones de observaciones de astrónomos aficionados y profesionales que han sido enviadas al Centro de Planetas Menores, uno de los ejes centrales de la estrategia de defensa planetaria de la NASA y un centro de intercambio de información para los cazadores de asteroides en todo el mundo.
De esos 32.000 asteroides cercanos a la Tierra, más de 10.000 tienen más de 140 metros de diámetro. Colocado en el lugar correcto, un asteroide de este tipo podría fácilmente aniquilar una ciudad y, dependiendo de dónde cayera, podría matar a millones de personas.
Cabe destacar que los asteroides son cuerpos rocosos o metálicos que orbitan el Sol y que varían en tamaño desde unos pocos metros hasta cientos de kilómetros de diámetro. Estos objetos celestes son remanentes del sistema solar primitivo y se encuentran en diversas regiones, como el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, así como en órbitas que los llevan cerca de la Tierra.
La amenaza potencial de impactos de asteroides en la Tierra ha sido objeto de estudio durante décadas. Uno de los eventos más notorios y que generó conciencia sobre este riesgo fue el impacto del asteroide que extinguió a los dinosaurios hace aproximadamente 66 millones de años. Desde entonces, los científicos han trabajado en el seguimiento y la caracterización de asteroides cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) para evaluar la probabilidad de futuros impactos y desarrollar estrategias de mitigación.
En cuanto a la probabilidad de que un asteroide colisione con la Tierra, es importante entender que esta probabilidad varía según diversos factores, incluyendo el tamaño y la órbita del asteroide. Los asteroides más pequeños, de unos pocos metros o menos, impactan la Tierra con bastante frecuencia, pero generalmente se desintegran en la atmósfera antes de llegar a la superficie. Estos eventos se denominan comúnmente como “bólidos” o “bolas de fuego” y son visibles en forma de brillantes destellos en el cielo, pero raramente causan daño.
Sin embargo, los asteroides de mayor tamaño, que pueden medir varios kilómetros de diámetro, representan una amenaza mucho más significativa. Motivo por el cual, la NASA y otras agencias espaciales internacionales han estado llevando a cabo misiones de monitoreo y rastreo de NEOs para identificar y seguir asteroides potencialmente peligrosos.
Así las cosas, la comunidad científica sigue monitoreando de cerca los asteroides cercanos a la Tierra y desarrollando estrategias para mantener al ser humano a salvo en caso de un evento inesperado. La ciencia y la tecnología continúan desempeñando un papel fundamental en la comprensión y la mitigación de esta amenaza potencial.
*Con información de Europa Press.