Las motocicletas son vehículos populares en todo el mundo. A lo largo de los años, se han posicionado no solo como una opción de transporte ágil, sino también como un sinónimo de libertad. Por esta razón, muchas personas las adquieren con la intención de viajar a múltiples destinos.
Sin embargo, la adquisición de una moto implica elementos más allá de solo encenderla y rodar. El mantenimiento mecánico de este vehículo es esencial no solo para garantizar su correcta operación, sino también para proteger la vida e integridad del piloto.
Uno de los sistemas más importantes en la operación de la moto es el de frenado. Aunque los motociclistas disfrutan más de su vehículo cuando está en marcha, los frenos son indispensables tanto para regular la velocidad como para detener completamente la motocicleta.
Es en este sistema donde participa el popular líquido de frenos. Antes de evaluar cada cuánto tiempo debe cambiarse, vale la pena comprender cómo funciona y por qué es importante prestarle atención.
Para empezar, hay que comprender cómo funciona el sistema de frenado hidráulico. Cuando el piloto presiona la palanca del freno trasero o delantero, activa el cilindro maestro, el cual empuja el líquido a través de una manguera de alta presión hasta el caliper, también conocido como cilindro de freno.
Una vez el líquido de freno ingresa al caliper, este genera presión y empuja uno o varios pistones —según el modelo de la moto— provocando que cierren las mordazas que presionan el disco de freno. Con esta dinámica es que se logra reducir la velocidad y detener el vehículo.
¿Cada cuánto se debe cambiar el líquido de frenos?
En materia de reemplazo de líquidos y partes, los fabricantes usualmente especifican los periodos recomendados en los manuales de sus vehículos. No obstante, estos rangos de tiempo pueden variar en función del estilo de manejo y otros factores.
Para el caso del líquido de frenos, el tiempo recomendado suele ser de dos años, aunque el reemplazo puede anticiparse en ciertos casos. Algunos elementos que el conductor debe revisar son:
- Nivel del líquido de frenos: mantener este fluido en los niveles adecuados es de vital importancia. Durante la inspección preventiva, la cual se realiza antes de encender la motocicleta, el conductor debe verificar que el nivel del líquido de frenos esté al máximo, tanto para el freno trasero como para el delantero.
- Verificar que no haya fugas: el líquido de frenos debe mantenerse siempre en su nivel máximo. Ahora bien, para que la cantidad se reduzca, es necesaria una causa externa. En casos específicos puede haber fugas que deriven en la filtración del fluido. Es importante revisar minuciosamente, pues fácilmente podría confundirse con humedad o sudoración.
- Revisar la apariencia del líquido de frenos: un vistazo rápido puede dar una idea del estado del líquido de frenos. Físicamente, el fluido debe lucir cristalino y libre de impurezas. En caso contrario, se recomienda asesorarse con el mecánico.
- Atender a la eficacia del frenado: si el conductor nota que la motocicleta no frena adecuadamente, hay que acudir al mecánico para revisar la causa, pues podría ser señal de líquido de freno obsoleto, pastillas desgastadas, discos comprometidos u otras fallas dentro del sistema de frenado.
¿Cómo elegir el líquido de freno adecuado?
La regulación sobre líquidos de frenos está estandarizada en la norma DOT. Existen tres tipos de grados de fluidos para frenos:
- DOT 3: fluido de clase estándar. Se utiliza para sistemas de frenado convencional (frenos de tambor). Su punto de ebullición está en el rango de los 205 °C.
- DOT 4: fluido diseñado para frenos de disco. Su punto de ebullición está en el rango de los 230 °C.
- DOT 5: fluido para sistemas de frenado modernos ABS (sistema antibloqueo). Su punto de ebullición está en el rango de los 260 °C.
Antes de cambiar el líquido de frenos, el conductor debe verificar cuál es el grado recomendado por el fabricante para su motocicleta.