Los ciberdelincuentes, con los avances tecnológicos, han creado e innovado sus técnicas y estrategias de estafas y engaños que permitan robar y acceder a la información sensible y privada de los usuarios a través de Internet. Son muchas las formas que, sin duda, tienen en jaque a quienes buscan protegerse y prevenir estos ataques cibernéticos, que pueden llegar a afectarlos de forma considerable en la economía.
Las redes sociales han desempeñado un papel crucial en la era digital actual. A través de estas plataformas, muchas personas comparten una amplia gama de contenido, desde su rutina diaria y vacaciones hasta momentos importantes con familiares y amigos. Sin embargo, esta información también podría ser aprovechada en su contra por delincuentes, dado su potencial interés.
Es así como prácticas como el fraude de clics son empleadas por los ciberdelincuentes para causar daño a las personas. Esta práctica deshonesta y dañina se hace efectiva cuando una persona o un bot se hace pasar por un visitante legítimo en una página web, generando clics fraudulentos en anuncios en línea, botón o cualquier otro tipo de hipervínculo, con la intención de inflar artificialmente el número de interacciones.
Muchos de estos timos pueden ser llevados a cabo por competidores malintencionados que buscan agotar el presupuesto publicitario de una empresa, o por redes publicitarias inescrupulosas que desean inflar sus ganancias. Los clics fraudulentos distorsionan las métricas de rendimiento, dificultando la evaluación real de la eficacia de las campañas publicitarias, haciendo creer que un usuario real está interactuando con una página web, anuncio o aplicación.
De acuerdo con la plataforma de seguridad y rendimiento para sitios web, Cloudflare, el fraude de clics “suele ocurrir a gran escala –se hace clic en cada enlace múltiples veces, no solo una vez, y suele tener como objetivo muchos enlaces-”. Estos procesos son automatizados por los estafadores, que con ayuda de bots, “hacen clic” una y otra vez.
Los bots representan aproximadamente el 50 % de todo el tráfico de Internet. A medida que se incrementa la incidencia de este tipo de fraude, las plataformas publicitarias y los anunciantes deben invertir más en tecnología y medidas preventivas para identificar y mitigar estas actividades fraudulentas. Además, también daña la integridad del ecosistema publicitario en línea.
¿Cómo funciona el fraude de clics?
Cloudflare agregó que con este engaño, los estafadores tienen un interés económico. Por ejemplo, ‘me gusta’ artificiales o votos positivos a una publicación puede dar la falsa apariencia de popularidad, algo que realmente no es. Los ciberdelincuentes también aprovechan este tipo de estafa “para hacer que una página web maliciosa aparezca más arriba en las clasificaciones de búsqueda, y que así parezca que sea legítima”.
Para combatir esta amenaza, las empresas de publicidad digital utilizan tecnologías avanzadas de detección de fraudes, como el análisis de patrones de comportamiento y el monitoreo de la integridad de los datos. Sin embargo, los operadores de bots de clics también están en constante evolución, desarrollando nuevas tácticas para evadir estas defensas.