Los ciberataques de inhabilitación de cuentas de Instagram bajo demanda, que se han dado a conocer recientemente, no están limitados a un grupo de ciberdelincuentes y se han bloqueado nuevas páginas web que ofrecían servicios de pago para bloquear cuentas a través de quejas fraudulentas.
La red social Instagram se enfrenta a una nueva estafa, la inhabilitación de cuentas bajo demanda, un servicio que ofrecen ciberdelincuentes para suplantar y bloquear cuentas mediante denuncias falsas, y que se dio a conocer la semana pasada tras una investigación de Motherboard.
La compañía de ciberseguridad Kaspersky ha alertado de que este problema de inhabilitación fraudulenta de cuentas de Instagram “no está limitado a un único ciberdelincuente”, como afirma Anna Larkina, experta de Seguridad de Kaspersky, en un comunicado remitido a Europa Press.
Asimismo, la compañía de ciberseguridad afirma haber descubierto más ejemplos de cibercriminales que ofrecen este tipo de esquemas en la red, y asegura que ha conseguido bloquear las páginas web donde actuaban.
¿En qué consiste la inhabilitación bajo demanda?
Los servicios a demanda para inhabilitar cuentas aprovechan los sistemas de protección de Instagram. Un estafador puede crearse una cuenta en la plataforma y una vez es verificada, modificar la información de perfil y la imagen para suplantar con ella la identidad de la víctima. Con denunciar a esta última por suplantación es suficiente para sacarla de la red social.
Otro método es la denuncia fraudulenta que activa el protocolo de la política de suicidios o autolesiones de la plataforma. Las ofertas de servicios para inhabilitar cuentas tienen precios de entre 5 y 30 dólares, según la cantidad de seguidores, según anuncios, aunque otros llegan a 60 dólares.
En la otra cara de la moneda se encuentran los servicios que ofrecen el proceso contrario: restaurar una cuenta eliminada por Instagram. Según una de las víctimas, ambos negocios están vinculados, ya que nada más ser el blanco de una inhabilitación fraudulenta, puede llegar un mensaje que ofrece recuperarla a cambio de un precio, que suele ser de entre 3.500 y 4.000 dólares.
Kaspersky ha señalado que el origen de estas actividades fraudulentas está en la creciente importancia de las redes sociales y que es “básicamente, una nueva forma de abuso digital”, como explica Larkina.
Instagram ha asegurado ya que es consciente de este esquema y que se encuentra investigándolo, por lo que la experta de ciberseguridad estima que “esta problemática perderá relevancia muy rápidamente”.
¿Qué deben hacer la víctimas?
Kaspersky ha reiterado la importancia de “ponerse en contacto con el soporte técnico de la red social ante cualquier situación de riesgo y no pactar nunca con los ciberdelincuentes” en los casos de extorsión para rehabilitar una cuenta bloqueada.
Asimismo, ha aconsejado a los afectados por este tipo de fraudes de mantener la calma, recopilar pruebas como capturas de pantalla de elementos que puedan confirmar el ataque como ofertas, mensajes y amenazas, y ponerse en contacto con la red social lo antes posible adjuntando las pruebas.
*Con información de Europa Press