La compañía tecnológica Facebook lleva años asegurando que nadie puede leer el contenido de los mensajes de su aplicación de mensajería WhatsApp, comprada en 2014, porque están protegidos por una tecnología de encriptación de extremo a extremo. Sin embargo, una investigación ha puesto a dudar a los usuarios sobre dichas afirmaciones.
Una investigación liderada por ProPublica a partir del análisis de datos, documentos y docenas de entrevistas con empleados y subcontratados de Facebook, tanto actuales como antiguos, permitió conocer que la compañía fundada por Mark Zuckerberg tiene trabajadores especializados en realizar la revisión de contenidos individuales de las conversaciones.
El estudio también tuvo en cuenta una denuncia confidencial presentada en 2020 ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, en la que se asegura que las afirmaciones de privacidad hechas por Facebook sobre WhatsApp son falsas.
Según ha compartido la agencia de noticias Europa Press, WhatsApp cuenta con al menos mil trabajadores subcontratados en sus oficinas de Austin, Texas (Estados Unidos), Dublín (Irlanda) y Singapur, que examinan con un software especial millones de contenidos compartidos por los usuarios a través de su servicio de mensajería.
Se supone que la privacidad de los mensajes que comparten los más de 2.000 millones de usuarios de WhatsApp a nivel global están protegidos por la encriptación de extremo a extremo, que impide que nadie más que el emisor y el receptor puedan conocer el contenido de las conversaciones.
¿En qué casos revisa los mensajes?
Los trabajadores subcontratados por Facebook utilizan un software especial que les permite analizar los mensajes y otros contenidos compartidos en los chats que otros usuarios han denunciado por violar las políticas de la plataforma. Dichos mensajes también son examinados por un sistema de inteligencia artificial.
Posteriormente, los analistas deben realizar un juicio sobre ese contenido, aunque no pueden eliminar contenido individual, como sí ocurre en las plataformas Facebook e Instagram. Los trabajadores revisan mensajes para identificar y eliminar “a los peores abusadores”, como ha reconocido el director de Comunicación de WhatsApp, Carl Woog, a ProPublica.
Esa afirmación ha sido reiterada por un portavoz de la compañía en declaraciones concedidas a Europa Press. “WhatsApp proporciona una forma para que las personas denuncien ‘spam’ o abuso, lo que incluye compartir los mensajes más recientes en un chat. Esta función es importante para prevenir los peores abusos en Internet”, explicó.
“Estamos totalmente en desacuerdo con la idea de que aceptar los informes que un usuario decide enviarnos es incompatible con el cifrado de extremo a extremo”, ha expresado el portavoz de WhatsApp.
Cabe resaltar que Facebook adquirió el servicio de mensajería WhatsApp en 2014 y dos años más tarde incorporó la encriptación de extremo a extremo. Posteriormente, en 2019, el director ejecutivo de la compañía Mark Zuckerberg compartió su intención de extender esta protección a sus otros servicios de comunicación, Instagram y Messenger.
Un año antes, Zuckerberg había asegurado ante el Senado de Estados Unidos que la empresa no veía nada del contenido de WhatsApp. En la actualidad, solo WhatsApp cuenta con esta tecnología de encriptación, además de que es el único servicio del que no se ofrecen informes periódicos de transparencia, en los que la compañía detalla las actuaciones llevadas a cabo contra contenidos no permitidos en Facebook ni Instagram.
La investigación liderada por ProPublica incluye el alcance de los datos de usuarios que la compañía comparte con las autoridades policiales cuando le son requeridos. En ese sentido, ProPublica señala que WhatsApp comparte metadatos, unos registros no cifrados que pueden acabar revelando la actividad de un usuario a través de esta plataforma de mensajería.
*Con información de Europa Press