Mucho se ha hablado en los últimos días sobre interceptaciones ilegales y hackeo a raíz de las declaraciones del presidente Petro sobre una supuesta compra de un software de espionaje o spyware llamado Pegasus a una empresa israelí por parte de la Policía Nacional, por 11 millones de dólares; el cual habría sido utilizado para interceptar ilegalmente los teléfonos de magistrados y políticos durante el 2021. Esto ha despertado la curiosidad de algunos sobre estos programas espías y los riesgos que implica esta tecnología.
Es por ello que, en la era digital, la seguridad de los dispositivos móviles se ha vuelto un tema crucial, ya que los teléfonos celulares han pasado a ser una extensión de la vida personal y profesional de sus usuarios. La posibilidad de que un celular sea hackeado o intervenido plantea serios riesgos, como la pérdida de privacidad, robo de datos sensibles y exposición a delitos cibernéticos. Para evitar caer en apuros por cuenta de estas modalidades, a continuación le contamos algunas señales que pueden alertar sobre una posible intervención y cómo protegerse ante esta amenaza.
Señales que indican una posible hackeo del celular
Una de las principales formas de intervención es el espionaje a través de aplicaciones maliciosas, instaladas en el dispositivo sin que el usuario lo sepa. Estas aplicaciones espías pueden captar mensajes, llamadas, correos electrónicos e incluso rastrear la ubicación del celular. Otra vía de intervención es el acceso físico al dispositivo, mediante la instalación de hardware que permite interceptar y almacenar información. En ambos casos, los datos personales del usuario quedan vulnerables, lo que puede derivar en fraudes o robos de identidad.
Uno de los primeros indicadores de que un teléfono puede haber sido intervenido es el comportamiento inusual del dispositivo. Según la plataforma de seguridad Spyflix, si el celular se apaga o reinicia sin razón aparente o si algunas aplicaciones se abren de forma automática, es probable que esté siendo manipulado. Además, la duración de la batería puede reducirse de manera considerable, aunque esto también puede deberse al desgaste normal del dispositivo.
Otras señales incluyen ruidos o interferencias extrañas durante las llamadas, un calentamiento inusual del teléfono sin motivo aparente y un consumo anómalo de datos móviles. Si el uso de datos del dispositivo aumenta de forma inesperada, esto podría ser un indicio de que el teléfono está transmitiendo información a un servidor externo. De igual forma, la aparición de aplicaciones no reconocidas en el teléfono es otro signo de que se podría estar frente a una intervención.
¿Cómo actuar si se sospecha que su celular ha sido intervenido?
Si se identifican algunas de estas señales, es importante tomar medidas de inmediato para proteger la información personal. La primera recomendación es mantener el sistema operativo y todas las aplicaciones actualizadas. Las actualizaciones de seguridad suelen corregir vulnerabilidades que los atacantes podrían aprovechar para acceder al dispositivo.
Instalar un software antivirus confiable es otra de las medidas preventivas más eficaces. Los antivirus diseñados para dispositivos móviles pueden detectar y eliminar aplicaciones espías u otros programas maliciosos. También es aconsejable reiniciar el dispositivo en modo seguro para comprobar si los problemas persisten. En este modo, solo se ejecutan las aplicaciones preinstaladas, lo que facilita la identificación de software sospechoso.
En caso de que la intervención sea evidente y persistente, restablecer el teléfono a la configuración de fábrica puede ser la solución definitiva. Este proceso eliminará cualquier software instalado sin autorización, aunque también borrará todos los datos del dispositivo. Por este motivo, es recomendable hacer una copia de seguridad antes de proceder.
Si las medidas anteriores no resuelven el problema, lo más recomendable es acudir a un profesional en seguridad cibernética para recibir asistencia especializada.
Medidas de prevención
La mejor forma de evitar que un celular sea hackeado o intervenido es adoptar buenas prácticas de seguridad digital. Estas incluyen el uso de contraseñas fuertes, la activación de la autenticación en dos pasos y la instalación de aplicaciones solo desde fuentes confiables. También es recomendable evitar conectarse a redes Wi-Fi públicas o no seguras, ya que son más propensas a ser utilizadas por hackers para interceptar datos.