El uso intensivo de plataformas como las redes sociales puede hacer que una persona puede estar expuesta a sufrir algunos tipos de ciberdelitos. Sin embargo, existen formas de evitarlo y controlar la información que se comparte para impedir que personas maliciosas puedan llegar a ella.
Es que a medida que surgen nuevos avances en la tecnología se multiplican diversos tipos de violencia digital y ciberdelitos. Uno de ellos es lo que se conoce como Doxing o Doxeo, que consiste en investigar y difundir información privada y específica, a través de las redes sociales.
Este tipo de ciberdelincuencia, permite ubicar e identificar a una persona sin su consentimiento previo, con el fin de acosar, avergonzar, amenazar y extorsionar a la víctima a cambio de beneficios económicos o datos relevantes.
Es que de acuerdo con un informe publicado por Statista, mientras en 2020 aproximadamente 34,46 millones de personas eran usuarios de redes sociales en Argentina, por ejemplo, se prevé que esta cifra supere los 40 millones en 2026.
José Castro, gerente general de Noventiq en Colombia, explicó que “sin darnos cuenta, por el simple hecho de usar una red social, estamos brindando, tanto a empresas privadas, como a entidades estatales y prácticamente a cualquier hacker malicioso interesado en investigar al organismo o a nosotros mismos, información crítica de nuestra vida privada”.
En ese sentido, datos personales como estudios, lugar de trabajo, números telefónicos, fechas de nacimiento, entre otros resultan en información que fácilmente se puede encontrar y al mismo tiempo ser usada para amedrentar a cualquier víctima.
Agregó que cualquiera es susceptible a ser atacado con estas técnicas. Entender esto y a su vez llevar a cabo prácticas de ciberseguridad es el primer paso para evitar convertirse en una víctima.
Seguir consejos
De acuerdo con Castro, es recomendable seguir algunos consejos para evitarse problemas. Por ejemplo, reforzar la atención y el cuidado de lo que se pública en las redes sociales, como ubicación en tiempo real, chats, correo electrónico, número telefónico y, si es posible, mantener el perfil privado.
También se deben aplicar capas con el mayor número de medidas posibles para reforzar la seguridad de los datos, desde cambiar las contraseñas hasta reforzarlas.
Así mismo, se debe revisar la configuración, permisos y cambios de condiciones de cada red social, o aplicación; o practicar el egosurfing, es decir, buscar información propia en la web para ver qué tipo de datos están vinculados a tu nombre.
Castro aseveró que “hemos visto que el comercio online a través de las redes sociales cada vez tiene más éxito al ser rápido y eficiente, además de lograr una comunicación con el vendedor, casi inmediata. En estos casos, no facilitar datos financieros a un perfil sin antes verificar que, efectivamente, es legítimo y seguro, es clave para no ser víctima del doxing”.
Otro aspecto importante, aunque no solo relacionado con las redes sociales, es cuidar la información del dispositivo que se utiliza cuando se conecta a una red Wi-Fi. Es importante validar que esa red sea segura.
Finalizó diciendo el experto que “entendemos que actualmente es prácticamente imposible permanecer desconectado de las redes sociales, pero sí nos preocupa nuestra seguridad, entonces debemos intentar facilitar a Internet la menor cantidad de información posible que después nos pueda causar daños y perjuicios sumamente graves en todo tipo de aspectos personales”.