Los estafadores tienen un amplio bagaje de artimañas para engañar a sus víctimas. Un método que se ha hecho bastante común recientemente implica llamadas hechas desde números internacionales.
En efecto, ver un número desconocido en el identificador supone un mar de dudas para la persona que recibe la llamada, especialmente si espera alguna comunicación especial. Teniendo en cuenta este elemento, no resulta extraño que conteste o marque de vuelta para resolver la duda.
No obstante, también están aquellos que son más cautos en sus comunicaciones y optan por no responder ninguna llamada que provenga de números desconocidos. Ahora bien, teniendo en cuenta los riesgos existentes, se trata de la mejor elección.
En Colombia, es sencillo identificar cuando ingresa una llamada hecha desde un número local. Los números nacionales constan de diez dígitos e inician con series ya conocidas, por ejemplo: 300, 301, 310, 312, 316, entre otros.
En caso de que provenga de un número fijo, los primeros tres dígitos serán 60+ (indicativo de la ciudad). En síntesis, las personas ya están acostumbradas y efectúan la relación automáticamente.
Pero la tendencia de recibir llamadas hechas por números internacionales se ha vuelto común. De hecho, como producto del desconocimiento, hay quienes han caído en la trampa.
Pues bien, este tipo de fraude tiene nombre propio: wangiri. Y es que las personas que acostumbran a contestar o regresar llamadas a números desconocidos abren —sin saberlo— ventanas para que los ciberdelincuentes hagan de las suyas.
“Wangiri es un fraude, estafa o timo que se produce con un sistema informático que produce múltiples llamadas por minuto y las corta al instante para incitar a las víctimas a devolverlas. Este tipo de fraude es internacional y sus víctimas se encuentran distribuidas por todo el mundo”, expone Movistar en su sitio web.
“Los ataques de tipo wangiri lanzan entre 200.000 y 300.000 llamadas, teniendo como objetivo recaudar dinero justo cuando la víctima realiza la devolución de la llamada con el coste del minuto telefónico internacional”, anota.
El riesgo radica en que este tipo de fraude es aprovechado por los delincuentes para lucrarse a costa del desconocimiento de otras personas. En ese sentido, lo más conveniente cuando se reciban llamadas desde números internacionales es ignorarlas, evitando contestar o regresar la llamada.
Por supuesto, hay excepciones. Si la llamada entrante viene de un número internacional, pero plenamente identificado y de confianza, la persona no debería tener ningún inconveniente a la hora de contestar.
Algunos prefijos comunes en el wangiri son:
- Llamadas desde Samoa Occidental: prefijo +685
- Llamadas desde Túnez: prefijo +216
- Llamadas desde Sri Lanka: prefijo +94
- Llamadas desde Uganda: prefijo +256
¿Qué pasa si se regresa la llamada?
Tomando el modus operandi del wangiri como punto de partida, es clave entender que en el momento que se regrese la llamada, “los defraudadores utilizarán cualquier herramienta que sea posible para mantener a la víctima al teléfono, como por ejemplo: música imitando un servicio de espera, el eco de tu voz, una grabación con preguntas o una situación de espera”.
“Mientras más tiempo se mantiene en línea el usuario, mayor es la cantidad de dinero recaudado por los defraudadores, a través del incremento considerable en la factura del cliente. Aproximadamente, entre un 10 % y 15 % de los usuarios devuelven la llamada, lo que genera un incremento en la factura”, recoge Movistar.
Algunas recomendaciones compartidas por la empresa de telefonía para no ser víctimas del wangiri son:
- No devolver llamada a números con prefijos desconocidos o de otros países
- Comprobar el número en el buscador de Google, es posible que ya existan advertencias sobre el fraude.
- Desconfiar si la llamada entrante dura menos de dos segundos (en caso de contestar).
- Ser muy cuidados con los datos personales, especialmente en redes sociales y sitios web.
- Revisar la factura de la línea móvil y verificar si hay cargos extraños.