Una de las sensaciones más emotivas de comprar carro es poder experimentar su olor, algo que muchos califican como indescriptible y que esperan que perdura por meses para sentir esa misma emoción que experimentaron cuando se montaron por primera vez en el concesionario.
Sin embargo, todo pasa, y cuando el olor a nuevo se va, los dueños de los vehículos pueden comenzar a percibir otros aromas que les pueden ayudar a identificar averías o problemas mecánicos que requieres atención oportuna para evitar complicaciones.
Es por esto, que hay que prestar mucha atención a este tipo de señales y del lugar donde provienen, ya que podrán dar pistas de lo que está sucediendo en el vehículo y ayudarán a orientar a los mecánicos para la respectiva reparación.
¿Por qué un carro puede oler a quemado?
Lo primero que hay que decir es que pueden ser varias las causas que provoquen este olor en el vehículo y la gran mayoría tienen que ver con los frenos, pues sus materiales hacen que al ser sometidos a altas temperaturas por la acción de frenado, emanen un olor característico.
- Accionar el carro con el freno de mano puesto: aunque no se trata propiamente de una falla mecánica, si obedece a una desatención del conductor, quien es el responsable de verificar que el vehículo está listo para ponerse en marcha. Este despiste es más usual de lo que parece, pero con el paso del tiempo y los avances tecnológicos propios de la industria automotriz, se han incluido ayudas visuales para alertar al piloto sobre esto, por lo que ahora hay testigos, sonidos y hasta alarmas que avisan que el freno de mano está puesto y que el auto no se puede mover.
- Desgaste en el sistema de embrague: también conocido como clutch, este sistema es vital en los carros de tracción mecánica, pues es el que permite que la caja de cambios funcione con normalidad. Por lo general, el olor proveniente del sistema de embrague se da por abuso de este pedal en pendientes, terreno en el que hay que saber aplicarlo para evitar que el carro se ruede y para arrancarlo sin que se apague. La destreza de los pilotos es vital para no permitir un desgaste innecesario que produzca olor a quemado.
- Frenos desgastados: esto es algo muy común y puede obedecer a varios factores; el primero es por el uso exagerado en descensos, y el segundo por el desgaste natural de varios componentes como las pastillas y los discos. Cada vez que se viaje es necesario verificar el estado de estos para saber si están dentro del kilometraje óptimo o si es necesario reemplazarlas por piezas nuevas.
- Calor interior: este no es un hecho menor, más si el vehículo está en zonas donde las temperaturas son elevadas. Esta acción puede desgastar algunos materiales de algunas piezas del carro, las cuales se verán alteradas pro el impacto del calor o de los rayos del sol. Es importante buscar sombra o cubrir el auto para evitar averías producto del calor dentro del auto.